Rentabilidad agrícola: el fuerte impacto del óxido y la corrosión

“El costo de un agujero por corrosión es muy superior al valor del material corroído”, según cita el Instituto Nacional de Tecnología Industrial, a través del Centro INTI - Procesos Superficiales.

En este sentido, resulta interesante analizar no solo el impacto económico que el óxido y la corrosión provoca en la actividad agropecuaria, sino también las soluciones actuales que posibilitan mejorar eficiencia y sostenibilidad en el campo.

Fernándo Rodríguez, presidente de Galvasa S.A. sostiene que “la rentabilidad de los negocios agropecuarios requiere una constante atención y revisión”. Cuando una partícula de oxígeno se pone en contacto con el hierro o el acero, se inicia un proceso de oxidación que produce el rápido deterioro del material. De manera directa, provoca el reemplazo, mantenimiento o reparación de estructuras, maquinarias o componentes corroídos (transporte, construcción, espacio público). Los costos indirectos de la corrosión son difíciles de cuantificar, aunque no menos importantes: la pérdida de una campaña, la fuga de producto o cosechas y la propia seguridad de las personas, generan un lucro cesante alto en cualquier actividad.

¿Qué es el Galvanizado por Inmersión en Caliente (GIC)?

El GIC es un procedimiento destinado a proteger las piezas de hierro y/o acero mediante su inmersión en un crisol de zinc fundido a 450°C por unos minutos, durante los cuales se produce una aleación entre zinc y acero, de adherencia metalúrgica y tiene la propiedad de controlar la oxidación y corrosión por exposición al medio ambiente.

En la industria del agro, el Galvanizado por Inmersión en Caliente tiene múltiples aplicaciones, especialmente en materiales que permanecen a la intemperie y/o expuestas a productos corrosivos como tambos, silos para acopio de granos, molinos y equipos de riego, cercos y corrales, tinglados, maquinarias para acopio y/o transmisión de fluidos o productos corrosivos.

El proceso de GIC permite galvanizar una gran variedad de formas y tamaños (bulones o tuercas hasta piezas de gran porte) y posee dos características diferenciadoras. La primera es que los productos galvanizados no requieren mantenimiento y la segunda es su rango de resistencia a la corrosión provocada por el uso de productos y sustancias corrosivas dado que posee un bajo nivel de corrosión en entornos mayores a pH 5 y menores a pH 12,5. Plaguicidas, herbicidas y otros agroquímicos (pH 5,5 a 8), heces de animales (pH 6 a 7), ingredientes de uso común en el agro (pH 6 a 10) son sólo algunos ejemplos.

Cualquier material recubierto con zinc es 100% reciclable permitiendo que el ciclo de vida de los productos se extienda en el tiempo. El GIC se encuentra dentro de las premisas de producción limpia y cuidado del medio ambiente, dado que tanto las materias primas como así también los residuos generados, se reutilizan en otras industrias. En este sentido, damos lugar al concepto de Economía Circular que implica compartir, reutilizar, reparar, renovar y reciclar materiales y productos existentes, todas las veces que sea posible para crear un valor añadido. Es un proceso amigable con el medio ambiente dado que se encuentra alineado con los tres pilares principales de la sustentabilidad: extiende la vida útil de los productos, permite el reciclado del hierro y ofrece mejoras de durabilidad y seguridad.

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