Prototipo para cosechar nueces y aceitunas

Técnicos del INTA, con el apoyo de una empresa metalmecánica, desarrollaron un prototipo de cosechadora y remecedora que permite recolectar nueces y aceitunas, organizar la cosecha según el estado de madurez de los distintos paños y obtener una mejor calidad de los frutos. Con escasos antecedentes en el mercado y todavía en evaluación, esta innovación reduce los tiempos y costos de trabajo, sustituye parcialmente la cosecha manual y se posiciona como una alternativa para pequeños y medianos productores de diferentes regiones del país.

“El aumento de la superficie cultivada con nogales y olivos, la escasez de mano de obra y la necesidad de optimizar el proceso de cosecha, sumado al costo operativo que implica la recolección manual, fueron los factores que impulsaron la creación del prototipo”, afirmó Ángel Matías, especialista del INTA Catamarca y uno de los responsables del proyecto.

Con sólo 50 kilos de peso y un chasis desmontable para su sencillo transporte, la máquina consta de dos partes: un remecedor, de tres puntos y accionado a partir de una linga de acero, que mueve las plantas para que suelten los frutos y un recolector que los contiene a medida que caen. El recolector tiene una forma de “paraguas invertido” para adaptarse a terrenos difíciles, funciona manualmente y posee dos modelos, de 5 y 7 metros de diámetro.

“El principio de funcionamiento se basa en el vareo de las ramas de la planta por una linga de acero sometida al movimiento circular de un sistema de biela y manivela”, detalló el técnico.

“La máquina está dirigida principalmente a pequeños y medianos productores y puede ser utilizada en plantaciones de nuez de cualquier región del país, ya que se adapta a terrenos planos y en pendiente”, remarcó Matías.

La innovación tiene escasos antecedentes en el mercado por tratarse de un sector poco competitivo para las empresas. “Para la industria metalmecánica, este sector no resulta atractivo si se tiene en cuenta que el 80 % de los productores de nuez de Catamarca y de La Rioja son minifundistas, cuyas plantaciones rondan las 1,5 y 2 hectáreas”, apuntó.

Precisiones

Según los resultados preliminares, el tiempo de cosecha por planta fue de dos minutos, lo que implica unas 6,9 horas por hectárea –equivalente a 2,6 jornales– si se considera una base de 208 plantas por unidad de superficie. “Esto representa un costo operativo de $ 969 por hectárea, valor que incluye mano de obra y combustible”, calculó Matías.

“En comparación con el método tradicional de vareo de ramas, la cosecha con máquina arroja una diferencia de entre 10 y 14 jornales por hectárea”, agregó. Del proyecto, además participaron los especialistas Dante Carabajal y Luis Prenol del INTA Catamarca; José Robles, del INTA Chilecito y Mario Bogliani, del Instituto de Ingeniería Rural.

Se calcula que la máquina costará alrededor de $ 60.000: desde $ 27.000 hasta $ 30.000 la cosechadora y valores similares para la recolectora. No obstante, “el prototipo continúa en evaluación y, sobre todo, su estructura metalmecánica”, indicó el especialista. El desarrollo será sometido a algunas pruebas en el Instituto Nacional de Tecnología Industrial –INTI–, que permitirán simular la duración y desgaste de materiales, partes y componentes.

En cuanto a su empleo en olivos, el técnico dijo que si bien el prototipo no requiere adaptaciones para la cosecha de aceitunas, todavía no se alcanzó el índice de eficiencia deseado y se trabaja en mejorar el sistema y prestancia de la máquina en ese ámbito.

Más planificación, mejor calidad

Entre las múltiples ventajas que se vislumbran en esta innovación, una fundamental es el reemplazo parcial de la cosecha manual y la consiguiente posibilidad de optimizar el proceso de cosecha: hacerlo en el momento oportuno de acuerdo con la madurez de los paños, más expeditivo –reducir el tiempo entre cosecha y secado– y con mayor rapidez.

“En las fincas tradicionales, la cosecha de nuez se realiza por simple vareo manual de ramas, luego se concentra, se embolsa y se traslada para su posterior secado. Esta labor es exigente de mano de obra en cantidad y calidad”, observó Matías.

Asimismo, “para optimizar la mecanización del sistema, también debería considerarse el diseño de plantaciones homogéneas en cuanto a tamaño, forma y altura”, recomendó el técnico, quien destacó la importancia de reducir el número de variedades cultivadas.

En esa línea, aseguró que la logística de cosecha favorece la extracción de los frutos en el momento de mejor calidad. “Al no tocar el suelo ni pisarse durante la cosecha, la calidad final de los frutos que se obtienen es la misma que lograron en la planta”, agregó.

Este desarrollo se logró a través del proyecto “Procesos tecnológicos para agregar valor en origen en forma sustentable” que lleva a cabo el INTA Catamarca, Chilecito y el Instituto de Ingeniería Rural. De la iniciativa, participan además las universidades de Catamarca y de La Rioja y una empresa metalmecánica de Villa María –Córdoba–. (Fuente: Inta)

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