No es moco e`pavo

Por su gran aporte nutricional, alto rendimiento de sus carnes y bajo contenido de grasas colesterol y colágeno, el pavo se destaca por sus amplias ventajas por sobre el resto de las carnes. Además, su cría es sencilla y de bajo costo, por lo que se presenta como una alternativa de diversificación para los productores familiares.

“Hace más de 40 años, nuestro organismo inició la reproducción y difusión –por primera vez en el país– del pavito híbrido INTA, un cruzamiento de dos líneas provenientes del Pavo Blanco de Pechuga Ancha (PBPA) originario de California, Estados Unidos”, recordó Horacio Cantaro –médico veterinario del INTA Alto Valle, Río Negro– quien ponderó el logro: “Gracias a este esfuerzo, hoy el país dispone de material genético mejorado”.

Y advirtió: “Si bien la producción argentina de carne de pavo aún es incipiente –en su mayoría, para autoconsumo–, el desafío está en abastecer a esa parte del mercado interno que hoy importa de Brasil, como así también cubrir la tendencia gastronómica que busca reemplazar el fiambre de cerdo por el blanco de pavita”.

Para el especialista de Rio Negro, “la producción de pavo es una alternativa de diversificación con grandes perspectivas económicas y productivas, en especial, para los productores familiares”.

Entre las ventajas, se destacan su calidad nutricional superior, alto rendimiento de sus carnes –por cada kilo de carne, el 60 por ciento es comestible, contra un 42 del pollo– y bajo contenido de grasas, colesterol y colágeno –lo que facilita su digestibilidad–. En cuanto a las proteínas, se equipara en cantidad y calidad con las del resto de las carnes.

Asimismo, lejos de las grandes instalaciones que plantea la industria avícola para el engorde, la producción estacional de pavos utiliza instalaciones simples como pequeños gallineros, parques delimitados y con refugios o locales en desuso con buena ventilación. En cuanto a los implementos y equipos se usarán los mismos que para pollos y gallinas.

No es moco de pavo

En la Argentina, hasta la década del ´60 sólo se criaban en forma extensiva pavos de la raza Mamouth Bronceada, de lento crecimiento y con músculos de la pechuga poco desarrollados. En estas condiciones, se registraba un alto porcentaje de mortalidad y una baja tasa reproductiva.

A comienzos de los ´70, el INTA Pergamino impulsó la cría del Pavo Blanco de Pechuga Ancha (PBPA), hasta ese momento desconocido en el país.

Así, el “pavito híbrido INTA” es producto del cruzamiento de dos líneas provenientes del PBPA originario de California –Estados Unidos–, la línea “E” que se caracteriza por ser de gran tamaño –más de 20 kilos y con gran desarrollo de pechuga–, cuyos machos se emplean como progenitores; y la línea “HD”, cuyas hembras son buenas ponedoras y más livianas, ideales para la reproducción. (Fuente: INTA)

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