Maximizar el potencial de agregado de valor

Ayer se realizó en capital federal una nueva edición del congreso de Maizar, la Asociación de la cadena del Maiz y el Sorgo.

Su presidente, Anibal Ivancich, sentó las bases de los nuevos desafíos que tiene por delante la cadena, nuevos paradigmas a seguir.

A continuación, el discurso completo del presidente de la entidad:

Hace 13 años, en una situación de disminución crónica del área sembrada con maíz, se fundó MAIZAR. Luego de varios años de intensos debates, en el año 2007 nuestra Asociación logró que todos los eslabones de la cadena consensuaran cuatro principios:

  1. Mercados transparentes sin cuotificación ni cierres de exportaciones;

  2. Eliminación de los derechos de exportación a todos los productos de la cadena.

  3. Promoción de los cultivos a partir de leyes que permitan la desgravación de insumos clave, y

  4. Promoción de la Biotecnología.

Sobre estas premisas, MAIZAR fue diseñando acciones para lograr conocer en detalle los problemas que afectan a los distintos eslabones de la cadena de valor del maíz, mejorando la comunicación, creando lazos de confianza y buscando soluciones que mejorasen  la competitividad.

Luego de años de arduo trabajo,  a partir del cambio de enfoque de este nuevo gobierno, los problemas de referencia de los dos primeros puntos  consensuados en aquel momento, dejaron de ser vigentes.

En este  nuevo escenario  sin ROEs ni retenciones, podemos   volver a  enfocarnos exclusivamente, en la construcción de cadenas de valor altamente competitivas.

Sabemos que, para lograrlo, es necesario trabajar fuertemente sobre la comunicación, tanto entre los eslabones de la cadena y los gobiernos, como hacia la sociedad, para que las personas puedan ver objetivamente y comprendan la importancia que tienen los cultivos de maíz y de sorgo y los productos de su transformación, y entiendan que los alimentos que consumimos,  son día a día de mayor calidad, mejoran el ambiente y generan efectos positivos sobre la salud.

Este es el primer Congreso de MAIZAR que va a contar con la presencia de funcionarios de gobierno en sus paneles, tanto de  orden nacional como provinciales. Nos enorgullece su espíritu participativo, para pensar y debatir con nosotros.

Otro de nuestros objetivos básicos es generar las condiciones para que se produzca y se exporte más maíz, sorgo y sus productos. MAIZAR seguirá liderando el desarrollo de las industrias que transforman el maíz y el sorgo y agregan valor, desde el interior de nuestro país hacia el mundo.

Vamos a seguir promoviendo que se desarrolle la infraestructura necesaria para maximizar el potencial de agregado de valor en los lugares más alejados de los puertos.

También continuaremos trabajando para mejorar la competitividad de la producción animal, sean carnes, lácteos o huevos. Y, por supuesto, apoyando el desarrollo cuantitativo y cualitativo de las bioenergías, tanto etanol anhidro e hidratado como biogás, promoviendo  una mejora sustancial de la arcaica matriz energética de nuestro país. Por otra parte, permanentemente se descubren nuevos usos para el maíz, como los biomateriales, que cada vez más incorporan distintas industrias, como la automotriz o la de maquinaria agrícola. .

Nuestra Asociación promueve que se conozcan e incorporen las nuevas tecnologías.

Desde su fundación, MAIZAR siempre  priorizó el desarrollo de industrias y consumos de maíz locales, y lo seguirá haciendo.      Hoy el país exporta un 70% del maíz como grano y solo transforma un 30% en productos.  Somos conscientes que debemos revertir esta ecuación en un futuro próximo, y agregarle valor a un 70% del maíz  que produce nuestra agricultura.

Esto debe combinarse con un trabajo activo del Gobierno para lograr acuerdos con terceros países, que nos permitan ubicar estos productos transformados. Hay muchos sectores con un gran potencial. La prioridad es promover el agregado de valor en origen, a la vez que seguir manteniendo, recuperando e  incorporando nuevos mercados externos.

Uno de los mayores éxitos de MAIZAR, junto con las organizaciones vinculadas a la producción de este cereal en Brasil y Estados Unidos, fue la creación de la Alianza Internacional de Maíz, MAIZALL. Esta comenzó a gestarse en el año 2012 y se concretó en 2013, para trabajar por la reducción de las barreras al comercio internacional ya existentes, tanto como la eliminación de otras nuevas,  que se soporten en prejuicios o argumentos  sin sólida  base científica.

Tenemos que volver a pensar en el largo plazo.

La búsqueda de beneficios de corto plazo es la  razón de la pérdida de competitividad de nuestro país. El ejemplo más paradigmático es  nuestro sistema de transporte,  el más caro entre los países productores de alimentos. .

El resto del mundo ha creado sistemas logísticos altamente eficientes que permiten  transportar insumos y bienes intermedios, a costos competitivos,  en beneficio de sus cadenas de valor.

Hoy, varios gobiernos provinciales promueven  el desarrollo de producciones y transformaciones locales que agreguen valor en origen. Hace dos semanas, firmamos un acuerdo con la provincia de Santa Fe, que tiene como primer objetivo el análisis del desarrollo de la industria de biomateriales en su territorio.

MAIZAR cuenta con una  experiencia de muchos años en  proyectos de esta índole, que hoy se potencia por las demandas desde distintos ámbitos.

Otro de los proyectos importantes que estamos llevando adelante es la medición real de la Huella de Carbono de distintos productos de la cadena del maíz. Este proyecto, luego de muchos años, está llegando a su  fase final. Quiero agradecer especialmente a los representantes, aquí presentes, del Banco de Desarrollo de América Latina y de Sustentable SRL, que posibilitaron que este proyecto sea posible.

Queremos ponernos a disposición de todas las áreas de los sectores público y privado, para poder transferir el conocimiento acumulado en tantos años de trabajo construyendo  una  cadena de valor más y mas competitiva, tanto desde el punto de vista estratégico  como  estructural.

Estamos en el año del Bicentenario. Ante este aniversario tan importante para la Argentina, es intención de nuestra Asociación  afianzar la alianza entre las cuatro cadenas agrícolas del país, y que este acontecimiento  sea  un punto de inflexión  en la construcción de mayor  interacción en el sector agroindustrial argentino que, proyectado al mundo a través del trabajo de la Alianza Internacional de Maíz y del Grupo de Países Productores del Sur,  sirva como sostén para hacer realidad la visión de país que hoy nuestra sociedad pretende para su posteridad.

Nuestro desafío del Bicentenario será conducir a la eliminación de la pobreza, el hambre y el aislamiento, y transformar a nuestro sector en un generador de oportunidades, empleo y riqueza.

Para alcanzar  estos objetivos, necesitamos que todos participen de la mesa de MAIZAR y  aporten tanto sus conocimientos como sus requerimientos, así como su soporte económico. Desde su fundación, MAIZAR atravesó  dificultades diversas, que se sortearon gracias a esfuerzos superiores a las propias capacidades, siempre creyendo que llegaría un futuro más próspero.

Quiero solicitarles a todos los entes de los gobiernos nacionales, provinciales y municipales que tomen en consideración a esta Institución y colaboren para que esta cadena de valor pueda crecer.

También quiero invitar a todas las Instituciones, empresas y personas vinculadas con estos cultivos, a asociarse a MAIZAR y participar en ella, tal como lo hacen nuestros socios de hoy, que donan tiempo y dinero para que nuestra misión persevere, y  nuestra visión sea realidad. Quiero agradecerles muy especialmente a ellos, por contribuir para que esta cadena del maíz y del sorgo sea una autentica suma de voluntades para un futuro mejor en Argentina. 

 

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