Los desafíos de los cuatro principales productos agrícolas

Los representantes de las cadenas de valor de los cuatro principales cultivos agrícolas del país resumieron en una conferencia de prensa los desafíos conjuntos y las necesidades comunes de esta nueva etapa, para luego expresar la situación que atraviesa cada cadena en particular.

Rodolfo Rossi, de ACSOJA, expresó los aspectos que son comunes a las cuatro entidades, y dijo: 

Estamos frente a una nueva etapa en la historia de nuestro país. Las cuatro cadenas confiamos en que se inicia un camino de gran responsabilidad que nos obliga a colaborar para revertir la mala situación económica en la que caímos de los últimos años.

Sabemos que nuestro sector tiene la posibilidad de generar un crecimiento en el corto plazo y que éste crecimiento repercute favorablemente en toda la sociedad porque hace posible desarrollarse, afincarse y crecer en los propios territorios. Las cadenas de valor debemos ser el pivote para esa transformación.

Las nuevas reglas económicas han sido recibidas favorablemente por todos los eslabones de las Cadenas y estamos viviendo un clima de expectativa para producir más y mejor. Son promesas cumplidas que nos permitirán contar con reglas claras para generar y colocar nuestras producciones en los mercados internos y principalmente los externos, que son los que pueden sustentar un crecimiento estable en el tiempo.

Nos han sacado un pie de encima y nos han transferido una responsabilidad: la de aplicar tecnologías que nos permitan ser más equilibrados y sustentables a la hora de planificar nuestros sistemas de producción.

Somos los principales representantes de la Cadena agrícola, pero sabemos que el sector ganadero es nuestro aliado, más bien complementario y sinérgico en la creación de valor. Debemos confiar en un trabajo conjunto, privados y Estado, que nos vuelva a insertar en el mundo.

Con precios deprimidos, la competencia internacional con nuestros pares requiere más aún de equilibrar los esfuerzos hacia la competitividad dentro de nuestras propias cadenas, con el acompañamiento de nuestros representantes internacionales, a los cuales debemos apoyar con información precisa, tan necesaria frente a las barreras de todo tipo que se instalan en los países importadores.

El mensaje principal que debemos llevar al mundo es que somos productores de alimentos inocuos y sanos y abundantes.

Estos cambios positivos en la situación local, ya ha creado un alerta en nuestros competidores. Es lógico que haya sido así. Todavía nos respetan y saben de nuestras fuerzas. Saben que tenemos los instrumentos y los vamos a usar. Pero estamos también comprometidos con diferentes asociaciones que formamos con los países productores, para trabajar juntos frente a esas trabas de los países importadores de alimentos, que están en permanente amenaza.

Cada una de las Cadenas ha expresado sus pensamientos sobre la situación actual. Estamos motivados. Pero persiste cierta incertidumbre, ya que corregir el rumbo económico del país y acomodar sus variables no será fácil. Sabemos que estamos frente a un equilibrio inestable, que esperamos que al ser controladas esas variables mantengan nuestra competitividad y el incentivo a producir.

También como herramienta para la competitividad de los cultivos autógamos, necesitamos resolver la situación en cuanto al germoplasma y las nuevas tecnologías en semillas, que no solo es crónico sino parece irresoluble por nosotros mismos. Las Cadenas han definido oportunamente consensos que fueron propuestas concretas para una nueva legislación, y aplicabilidad y control de la ley actual. Aspiramos a que la intervención de los poderes del Estado de una vez por todas encauce hacia las soluciones.

El plan de infraestructura que se anuncia debe priorizar las vías de comunicación y transporte de nuestros productos. Esto es horizontal a toda la producción agropecuaria y más cuando el origen está alejado de las fábricas y los puertos. Aseguramos que el nuevo equilibrio de cultivos, y el crecimiento del área agrícola de la mano de activar las producciones regionales, generarán en corto tiempo más producción en volumen y diversidad. Por ello la premura.

El sector, en estos últimos años, no detuvo su mejora en la capacitación y en el desarrollo de tecnologías, y se ha esforzado en mejorar las Buenas Prácticas en todos los eslabones. Hoy nos encontramos frente a problemas agronómicos nuevos y costosos de resolver.

Por ello, la posibilidad que nos dan las nuevas reglas de juego son auspiciosas, en cuanto a que tendremos mayor producción con sustentabilidad.

Tenemos vocación por lo que hacemos, aptitud para generar riqueza, la actitud frente a nuestra misión frente a la sociedad, el compromiso del esfuerzo conjunto, y el éxito asegurado, si trabajamos todos juntos. Es una nueva y esperanzada etapa de nuestro país.

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