La industria no puede pagar lo que piden los tamberos

Ante la ocurrencia de conflictos provocados por un grupo de productores “con el apoyo de ATILRA”, que impiden la normal actividad de plantas fabriles, desde el Centro de la Industria Lechera admitieron que las demandas de quienes bloquean los ingresos a las plantas tornan imposible la solución del conflicto.

“Debido a la profundidad de la crisis de la lechería internacional y sus implicancias locales en un sector que necesariamente exporta el 30% de su volumen, se hace imposible reconocer precios de materia prima que escapen a esta realidad sin que ello afecte la viabilidad de toda la actividad”, apuntaron en un comunicado. “Vale señalar que la mecánica del bloqueo adoptada no hace otra cosa que agravar aún más la difícil situación de las empresas y del resto de los productores, al imposibilitar la recepción de la leche, su procesamiento industrial y la comercialización de los productos elaborados”, explicaron.

 

Para el CIL, sorprende la “ilegítima” intervención directa del sindicato ATILRA en un tema totalmente ajeno a su objeto específico, “destinando personal empleado por las industrias a acciones que nada tienen que ver con la actividad sindical, lo que agrava aún más la situación de las empresas”.

En conclusión, “y agotadas las negociaciones ante la falta de razonabilidad y fundamento de las demandas y medidas adoptadas, el CIL comunica que se accionará por las vías legales que correspondan”, esperando la inmediata intervención de las autoridades para poner fin a este ilegal conflicto, y así evitar un mayor perjuicio económico para muchos productores y las industrias afectadas, poniendo en riesgo además el normal abastecimiento de la población.

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