Ganarle a las plagas, uno de los grandes desafíos de esta campaña

Justamente bajo el nombre de Aliado, Zamba pone a disposición un insecticida de última generación para el control de chinches y otras plagas en soja. El producto está formulado a base de Imidacloprid y Beta-cyflutrina y presenta ventajas por su doble modo de acción, una excelente acción sistémica, alto efecto de contacto e ingestión, adherencia y penetración vía foliar, además de una prolongada residualidad.

Una de las propuestas innovadoras de Aliado es el momento en que debe aplicarse, ya que es perfecto para el control temprano de las colonias de chinches durante el inicio del período reproductivo de la soja (R2, R3, Rn). De esta manera, el insecticida controla las chinches de la soja impidiendo el aumento rápido de las colonias de la plaga en el momento más sensible del cultivo al daño, lo que se traduce en una mejor productividad y calidad de cosecha.

Para realizar un control de plagas adecuado, uno de los puntos de partida consiste en el monitoreo de los lotes. La utilización del paño vertical permite identificar las plagas presentes y también cuantificar el grado de infestación. Además, es necesario conocer la biología de los insectos y su estado de desarrollo, también el del cultivo. Todo estos datos permiten evaluar si el nivel de plagas se encuentra o no por debajo del nivel de control.

Con toda esta información en la mano, a la hora de elegir un producto, los técnicos recomiendan considerar su persistencia, modo de acción, clase toxicológica, tratamiento de insectos benéficos y llevar adelante una estrategia para el manejo de resistencia.

Para la soja, el complejo de chinches es una de las plagas de mayor importancia, ya que afecta durante los estadios reproductivos del cultivo. Dentro de este complejo, por su potencial de daño se destacan la “chinche verde común” (Nezara viridula) y la “chinche de la alfalfa” (Piezodorus guildinii). Otra especie que ha aumentado su frecuencia es la chinche de los cuernitos (Dichelops furcatus) y el “alquiche chico” (Edessameditabunda), menos perjudiciales.

Las toxinas inyectadas durante el picado de las chinches pueden generar distintos tipos de daño de acuerdo al estado fenológico de la soja, siendo más susceptible durante R3 y R4, durante la formación de vainas. Cuando los ataques se dan en estos períodos, se producen caídas de vainas. Cuando el cultivo se encuentra en R5, los efectos visibles son vainas parcialmente vanas, granos chuzos, y una disminución en el peso de los granos. Otro efecto es la retención foliar en madurez del cultivo, lo que dificulta la cosecha. Por otro lado, la saliva de la chinche de la alfalfa es más tóxica que la de la chinche verde común, lo que también incide en los umbrales de control.

Para el control de chinches, la dosis recomendada de Aliado es de 750 cc/ha con el agregado de aceite mineral. Este insecticida ofrece además una excelente opción para las situaciones donde, además de chinches, también hay ataques de orugas defoliadoras, trips y moscas blancas. En los casos asociados a condiciones de sequía, Aliado es particularmente adecuado para el control de trips.

Al estar compuesto por dos principios activos con dos modos de acción diferentes, es un producto compatible para evitar resistencia de plagas. En la hoja, al ser un el producto con sistemia y acción translaminar, es distribuido en toda la superficie y forma un reservorio de ingrediente activo dentro de las hojas brindando una excelente acción. Presenta buen balance entre la solubilidad en agua y el efecto lipofílico, ofrece buena resistencia al lavado por la lluvia sobre la superficie de la hoja y presenta buena foto estabilidad.

También es compatible con fungicidas para el control de enfermedades de fin de ciclo como Poseidón Max de Zamba.

El INTA Pergamino ha difundido datos referidos a los umbrales de decisión para el manejo de las distintas especies de chinches, considerando también la fenología del cultivo.

 

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