El desplome externo del maíz no desanima a los exportadores

En Chicago, las ganancias obtenidas en el transcurso de la semana pasada fueron arrasadas por factores bajistas tanto del lado de la oferta como de la demanda, cerrando en su mínimo desde mediados de octubre del año pasado. El reporte de avance de siembras de la USDA publicado el día lunes mostró un claro progreso en las tareas de implantación, las cuales alcanzaron un 9% del total planeado, facilitado por condiciones más secas luego de una semana de fuertes precipitaciones. Sin embargo, dicha estimación se encontró levemente por debajo de las expectativas de los agentes, lo cual sumado a perspectivas de una semana más fría de lo ideal presionó al alza las cotizaciones a inicios de la semana.

Dicha tendencia no tardaría mucho en disiparse, tras surgir rumores de un grave brote de gripe aviar en el estado de Iowa, principal productor de huevos de USA. Ya el martes por la tarde llegaban noticias de que México, principal demandante de aves de origen estadounidense, suspendía hasta nuevo aviso sus importaciones de estos animales y sus derivados. Con el transcurso de las horas se conoció que la enfermedad se estaba manifestando en varios estados de la región, y que su erradicación requeriría sacrificar millones de animales. A medida que trascendían más detalles de la gravedad del caso, los operadores no tardaban en posicionarse a la baja, reflejando perspectivas de una menor demanda de maíz con fines de forraje. La evolución de este fenómeno será un determinante a seguir en el desarrollo de la operatoria en las próximas semanas.

Ya hacia el cierre de la semana la sobreoferta se establecía definitivamente en el panorama, a pesar de las complicaciones logísticas en el hemisferio sur. El Consejo Internacional de Cereales publicó el día jueves su informe mensual de mercados, ampliando sus estimaciones de producción mundial de maíz para la temporada 15/16 en 10 millones de toneladas, hacia un total de 951 millones de toneladas, un volumen más que considerable si tenemos en cuenta los casi 200 millones de toneladas restantes de la temporada pasada, merced a la producción récord de las dos últimas campañas.

Todas esas existencias deben satisfacer una demanda creciente para consumo humano a partir del crecimiento demográfico, pero el paulatino establecimiento de los subproductos de otras oleaginosas como forraje de preferencia hace que en términos netos el crecimiento de la demanda sea mínimo con respecto al de la oferta. Ni siquiera una mayor competitividad cambiaria a costas del debilitamiento del dólar en las últimas dos semanas ha sido capaz de dar sostén a la caída de las cotizaciones.

Una de las noticias más esperadas en el ámbito local se refiere a la extensión por 3,5 millones de toneladas en el número de cupos de exportación otorgados para el maíz, medida efectivizada el día lunes, lo cual nos deja con un acumulado para esta temporada de 11,5 millones. Hasta el miércoles pasado los exportadores habían originado casi 8,2 millones de toneladas, ligeramente por encima de lo que podían comprometer al exterior previo a la ampliación de los cupos, por lo cual estos participantes han tenido que salir al mercado a adquirir los granos que deseen acercar al mercado externo.

Si nos hacemos eco de las estimaciones de producción para la campaña 14/15 publicadas el día de ayer por el Ministerio de Agricultura, una ulterior ampliación de los permisos de exportación es un hecho difícil de cuestionar. Según el organismo, la producción se encontraría en 30 millones de toneladas, y 17 millones de ellas estarían destinadas al exterior. En la medida que no se posibilite una mayor salida del maíz argentino al mercado internacional y los industriales no salgan a hacerse del mismo, seremos testigos de un deterioro en las cotizaciones en el ámbito local en un mediano plazo. Dando por sentada una prolongación de las autorizaciones para exportar, la pregunta pasa a ser cuándo la misma tendrá lugar. Las recientes emisiones de deuda por parte del Gobierno Nacional e YPF, las cuales totalizan casi U$S 3000 millones, nos hacen pensar que no existe urgencia en tomar la medida al menos desde el punto de vista de facilitar mayores divisas al Banco Central, las cuales de todas maneras no resultarían ser abundantes a las cotizaciones actuales en el mercado internacional.

Esta circunstancia se vio claramente reflejada en el desarrollo de la operatoria en el mercado local. La semana comenzó tranquila, pero una vez anunciada la autorización de nuevas ventas al exterior, los exportadores marcaron el ritmo de la negociación, en la cual fueron progresivamente mejorando sus condiciones para la compra tanto disponible como con entrega diferida con tal de hacerse de la mercadería necesaria como para cumplimentar con su cuota de ventas al exterior, incluso pagando valores por encima del FAS teórico estimado por el Ministerio de Agricultura, el cual fue de $1028 por tonelada. En el mercado a término local no hubo operatoria alguna en derivados de maíz.

De acuerdo a datos oficiales, el avance de la trilla a nivel nacional sería del 26% del área cosechable, principalmente debido al progreso hecho en la Región Centro. Los rindes para el cultivo de primera oscilan entre lo excepcional y lo esperado, con promedios que rondan los 100 qq/ha. La cosecha del mismo se encuentra prácticamente finalizada, solo postergada en algunas zonas por el énfasis puesto en terminar con la colecta de soja. Por su parte, existen buenas expectativas sobre el maíz de segunda con rindes alrededor de 80 y 90 qq/ha., a partir de los cuales se avizora un aumento de la producción a pesar de la reducción del área sembrada.

 

Autor: Nicolas Ferrer – BCR

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