Cómo mejorar rinde y calidad en trigo

Como detrimento del recurso natural se sucedió una baja sustancial de los generadores de estructura derivando en perfiles de escaso anclaje de raíces; lo que invita a reflexionar sobre una interpretación más amplia con integración de informes químicos-nutritivos; físico-mecánico; biológicos y comportamiento de napa en más de un momento crítico en el año calendario (con o sin cultivos instalados).

La presencia en los suelos de impedimentos físicos en el micro-estrato superficial suele manifestarse con expresión laminar inducido o de condición natural que podrá corregirse con sucesivos aportes de correctores de balance de cationes -Azugran o Azugran potenciado- despejando a la externalidad de la partícula de suelo de los excesos de minerales que fueron funcionales pero al hiper-acumularse provocan irrupciones en la estructura que derivan en limitaciones de la exploración radical tomando sentido horizontal y consecuentemente deficiencias en el “bombeo” de agua y el secuestro y traslado de nutrientes a la parte aérea del cultivo. Una vez despejado el horizonte a más de 30 cm. (si hubieran impedimentos ex-ante de la instalación de la siembra directa),- expresamos la verticalidad- la traducción de más masa de raíces redundará en beneficios extras para objetivos de rendimiento y aprovechamiento ex-post a calidad.

Poder contar con nuevas tecnologías como recubrimiento de semillas habilitará a un mejor comportamiento desde el primordio radical y el arranque del cultivo. A la práctica del uso de fungicidas, la adición de Nutridor-S le dará suficiente soporte nutritivo ante las restricciones de la baja disponibilidad mineral-nutritivo.

Habitualmente la nutrición del cultivo se focaliza en nutrientes como fósforo, nitrógeno y azufre que son los que “llenan el ojo” al momento de la respuesta económica y en ese orden de trascendencia, las fuentes para cubrir esos nutrientes son variadas y dentro de la línea Pampero permitirá adecuarse a cada ambiente que surgirá de las auditorías del lote que correspondan.

La flexibilidad de la línea Pampero la habilita para poder ir modificando y adicionando minerales que se ubican como preferenciales en momentos críticos de demanda que no siempre son considerados en las auditorías de suelo y más lejanos aún en las “radiografías” de los tejidos. Como habitualmente se recurre al término “equilibrio nutricional”, la complementación en aplicaciones al lote serían: azufres como Azugran, cloruros, bases de potasio Nidera, adiciones puras o en mezcla de zinc y/o manganeso con alta presión sanitaria y un ultra traza como molibdeno -con rangos en suelo de 0,01 ppm. a 0,81 ppm- ; y que luego fue trazado hasta grano con lecturas de 7,65 ppm.

La mención/relación -intra-elemental- del Mo debiera tomarse como indicador de la actividad enzimática para la alta respuesta de aportes de fuentes nitrogenadas como Labrador, Labrador-S o ureas puras Nidera o presentaciones combinadas con Azugran.

La etapa prefloración es la más importante para el rendimiento por lo tanto entre siembra y comienzo de macollaje deben aplicarse el 70-80% del fertilizante en una o dos veces. Esta fertilización tiene una alta eficiencia para aumentar el rendimiento (se logran 10-20 kgrs de grano por kg. de nitrógeno) y por otra parte una baja eficiencia para aportar nitrógeno al grano, la cual está en 1.5% de ganancia de proteína en grano por cada 100 kg de N. Para calidad esta eficiencia es baja y es por ello que se busca aplicar en el período de floración una dosis de N de 30-50 kg/ha que permite aumentar la proteína en grano entre 1 y 2% más.
Una mención aparte merece el uso del S en la mezcla. Este elemento aporta con su presencia en el balance con el nitrógeno, favorece la composición de los aminoácidos azufrados y actúa fuertemente en la formación de los puentes disulfuros que mejoran las características reológicas (plásticas) del gluten en las masas. (Fuente: ITCF, Francia).

A la práctica de la nutrición seminal con la Tecnología Nutridor, la concientización de sostener e incrementar los niveles de fósforo de cualquier suelo agrícola lo cubrirá la concepción Pampero -por los antecedentes de información generada en más de 25.000 auditorías de las áreas centrales de producción. La suplementación con nitrógeno para construir rendimiento estará asociada a aportes en momentos óptimos previa lectura de suelo o tejido de los niveles disponibles; tanto las fuentes sólidas -urea o sulfato Nidera- como los líquidos Labrador o Labrador-S son aptos para cubrir la demanda directa.

El Nutridor es de hidrólisis y califica como matriz orgánica; admite compatibilidad intrínseca en la mezcla con fungicidas. No causa un gasto energético adicional por parte de la planta; se lo puede aplicar en condiciones de estrés hídrico. Aún magnificando la dosis, una vez que la planta cubre el estatus de confort, el excedente va a ser almacenado para ser usado cuando el requerimiento en la planta suceda más adelante.
Tecnología Nutridor tiene la facilidad de transitar -súbitamente- por cutícula y estomas sin solución de continuidad y provocar una acción tácita y eficaz mostrando los beneficios que definirán la calidad. Su uso puede ser combinado en antesis. Fuente: Nidera

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