Se presentará en los próximos días la norma para importar petróleo

Por más que no la quiera reconocer, la pérdida del autoabastecimiento energético sigue condicionando el accionar del Gobierno y lo obliga tomar medidas extremas en el ámbito petrolero.

Después de 22 años, el país volverá a importar petróleo de tipo liviano para cubrir el déficit de la producción interna y dotar de materia prima a las refinerías domésticas.

La megacomisión energética creada tras la restatización de YPF y que controla el ministro de Economía Axel Kicillof ya tendría definida la resolución que habilita la importación de crudo liviano que apunta a incrementar la producción local de combustibles líquidos y reducir de esa manera las compras externas de naftas y gasoil previstas para este año.

Con esta medida, la administración kirchnerista busca resolver el problema que se generó por la caída de casi el 20% que se ha registrado en los últimos tres años en la extracción del crudo liviano denominado “Medanito” que es el más utilizado por las destilerías locales.

Para que no decaigan los niveles de producción de las naftas y el gasoil, ahora los funcionarios económicos decidieron poner en marcha un nuevo esquema de provisión externa de crudo destinado especialmente para las refinerías del mercado interno que manejan YPF, Shell, Axión (ex Esso) y Oil.

Según los datos que tienen en las empresas petroleras, la resolución de la comisión energética –que lleva el pomposo nombre de “Planificación y Coordinación Estratégica del Plan Nacional de Inversiones Hidrocarburíferas” y que ahora preside el viceministro de Economía, Emmanuel Alvarez Agis– saldría entre hoy y mañana en el Boletín Oficial con el fin de arrancar con las primeras importaciones entre marzo y abril.

La que picaría en punta con la compra externa de crudo liviano para después revenderlo a las petroleras, sería la estatal Enarsa. Técnicos del sector señalaron que dicha empresa que comanda el “devidista” Walter Fagyas ya tendría cerrada la adquisición de un cargamento equivalente a 1 millón de barriles de crudo que arribaría a mediados de marzo.

En principio, los cálculos que barajan los colaboradores de Kicillof señalan que las importaciones anuales de crudo liviano podrían rondar entre los US$ 2.000 y US$ 2.300 millones según el nivel de crecimiento que experimente la actividad económica. Esas importaciones –según las cuentas oficiales– permitirían recortar parte de las compras externas de naftas y gasoil previstas para este año con un“ahorro” parcial que oscilaría entre los US$ 200 y US$ 350 millones.

Fuente: iEco

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