¿Argentina el 3° exportador mundial de cocaína?

Daniel Adler es argentino graduado en Criminología de la Universidad de Tel Aviv. Fue comando de las Israeli Defence Forces y actualmente CEO de Controllers Smarter Security, una empresa radicada en Argentina con bases en diferentes puntos de América Latina. 

 

El experto analiza cómo Argentina pudo alcanzar el tercer puesto como exportador mundial de cocaína.

¿Cómo se llegó a este estado de cosas? Fue la consultade  ON24 consternado frente a semejante indicador:

“El año pasado las Naciones Unidas, en el “Informe Mundial sobre las Drogas” que elabora su Oficina Contra la Droga y el Delito (UNODC), había informado que Argentina había alcanzado en el año 2012 el tercer lugar como exportador mundial de cocaína, después de Colombia y Bolivia.

El dato llamó la atención a quienes no siguen de cerca el problema del narcoterrorismo, ya que Argentina no es un país productor de coca y es lógico que suene extraño que, sin producir la materia prima necesaria para la droga, sea uno de sus tres principales exportadores.

Sin embargo, para quienes conocemos la manera en que actúan los grandes grupos o “cárteles” que manejan la droga en el mundo, la noticia no es una sorpresa y hay varios datos que explican la posición de Argentina como país exportador.

El primero de ellos es que, aunque Argentina no produce coca en cantidades relevantes, sus vecinos están entre los principales productores del mundo: Perú, con aproximadamente 60.000 hectáreas cultivadas, es el primer productor mundial, seguido por Colombia con 48.000, Bolivia con 31.000 y Paraguay con 25.000.

En segundo dato es que Argentina no dispone de un sistema eficiente de vigilancia de sus fronteras y hay, por lo menos, unos 750 pasos clandestinos hacia territorio argentino desde diferentes puntos de Bolivia y alrededor de 60 desde distintas localidades de Paraguay, por donde los cárteles envían la pasta base elaborada con la coca producida no sólo en esos países, sino además la que se elabora en Perú y de Colombia.

El tercero es que en nuestro país existen bandas de narcos que disponen de los laboratorios y los precursores químicos como el ácido sulfúrico, el ácido clorhídrico y el éter, para refinar la cocaína y separarla de su “residuo”, el paco, que prestan ese servicio a los cárteles a cambio de un porcentaje de lo que refinan más la totalidad del paco que se obtiene.

El cuarto dato es que la falta de control interno permite la existencia de un mercado interno en el que las bandas locales de narcos pueden colocar la cocaína y el paco del que se hacen por los servicios que prestan a los cárteles, logrando importantes ganancias.

Y el quinto y último es que, las mismas facilidades que existen para que los cárteles ingresen la pasta base, existe para que éstos saquen la cocaína refinada, generalmente destinada al mercado europeo.

No es raro entonces que, sin ser un gran productor de coca ni un elaborador importante de pasta base, Argentina sea el tercer exportador mundial de cocaína, refinando la materia prima que recibe y luego distribuyendo una parte en el mercado interno y enviando la mayor parte al exterior, ya que cuenta con los recursos para ello y no debe lidiar con demasiados controles de las autoridades.

¿Es posible hacer algo para cambiar esto? Porque si alguna vez Argentina fue un país “de tránsito”, hoy ya no lo es. La situación actual, más allá de la importancia que tiene el volumen de droga que se exporta, genera internamente una “industria” que promueve ilegalidad, corrupción, violencia y un consumo creciente.

Sin duda se pueden hacer muchas cosas.

Pero se requiere de algo más que voluntad política. Es necesario que la sociedad asuma el problema en su real dimensión, que las autoridades se aboquen a desarrollar una estrategia adecuada y que la comunidad política en su conjunto tome la decisión de asignar la enorme cantidad de recursos que se necesita para ello.

Mientras tanto, el problema sigue creciendo. Las últimas cifras de la UNODC indican que la cocaína incautada en e año 2013, que sirve como referencia para estimar el nivel del tráfico, creció casi un 6% respecto del año 2012″.

f.suarez@on24.com.ar

 

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