Padóan, Dietrich y la soledad del gobernador

Un clima de optimismo se vivía ayer en el 133 aniversario de la Bolsa de Comercio de Rosario.

A la hora 19, el VIP organizado en el hall de ingreso de calle Paraguay 777 se poblaba rápidamente de hombres representativos de la alta casa de comercio entremezclados con políticos, especialmente del oficialismo nacional.

Afuera, dos camionetas blancas rotuladas por el Ministerio de Transporte, marcaban la presencia Guillermo Dietrich, seguramente el funcionario junto con el Ministro Ricardo Buryaile, que más pisó ese edificio en los últimos tiempos; muestra de la buena sintonía que se evidencia entre la Bolsa rosarina y esa cartera.

Poco después de las 19:30 comenzaba el tradicional acto con la palabra del Presidente de la entidad, Alberto Padoán, en un claro discurso de apoyo a la política nacional:

“Este año los indicadores macroeconómicos han empezado a evidenciar una alentadora tendencia positiva. Sin ir más lejos, los números del mes de julio están mostrando que los ingresos aumentaron proporcionalmente más que los gastos. Si esta situación se mantuviese, la cuestión del déficit fiscal primario, el gran tema de la Argentina, empezaría a verse una luz al final del túnel”, indicó el empresario, condicionando la buena perfomance económica del gobierno a las elecciones del próximo octubre: “Estamos inmersos en un período electoral. Si bien se trata de elecciones legislativas de medio término, tendrán un impacto simbólico en la confianza social en las autoridades del gobierno nacional y, dependiendo el resultado del mes de octubre, podrían contribuir indirectamente a facilitar o a dificultar las transformaciones sociales, políticas y económicas de su gestión futura”.

Párrafo seguido, el funcionario se mostró confiado en el triunfo oficialista expresando: “Transcurridas las elecciones, aspiramos a que se profundicen las políticas de contención del gasto público y que se debatan y se aprueben las reformas impositivas que hagan posible reducir la presión tributaria sobre los contribuyentes, en particular de impuestos distorsivos y perniciosos como los que gravan los débitos y créditos bancarios e ingresos brutos”.

Sobre la sorpresiva medida de los Estados Unidos

La noticia de la decisión del gobierno estadounidense de elevar los aranceles de importación del biodiesel argentino, seguramente fue un tema que tuvo que agregarse a último momento en el borrador del discurso meduloso que prepara la Bolsa para cada aniversario.  

Así, el referente del grupo agroindustrial más fuerte de la región, remarcó la contradicción de la medida sobre una supuesta acción de dumping con el fallo de la OMC en favor de Argentina, por una medida antidumping similar impuesta por la Unión Europea.

“Lógicamente, esta medida cierra totalmente las posibilidades de exportar biocombustibles a ese destino. Pero, más allá del daño que se provoca a nuestras exportaciones, tememos sinceramente que acciones como ésta provoquen una oleada proteccionista que se transforme en una enorme amenaza para la economía mundial”, se lamentó el empresario, cerrando el capítulo del Biodiesel con optimismo: “En compensación, hoy supimos que la misión del Ministerio de Agroindustria a la República Popular China, logró que la empresa estatal Sinograin vuelva a importar aceite de soja argentino luego de más de dos años”.

La palabra de Dietrich y la soledad del gobernador

Miguel Lifschitz, sea, probablemente, el hombre del socialismo más querido y respetado en el ambiente de negocios rosarino, pero este año, la comodidad que disfrutaba el gobernador desde sus tiempos de intendente en la Bolsa de Comercio, se vio claramente resentida por la distancia que puso la provincia con la administración nacional.

Cabe recordar, que días atrás, Alberto Padoán, había participado de un desayuno privado con el Ministro Dietrich, organizado por Fundación Libertad en Buenos Aires. Allí, el presidente de la Bolsa de Comercio, proponía al jefe de transporte, aplicar parte de los fondos que la nación le debe a Santa Fe, en las obras de remodelación y ampliación del Aeropuerto Internacional Islas Malvinas, a lo que el funcionario se negó en forma terminante. Negativa que luego se repitió en el día de ayer en distintas declaraciones de Dietrich a la prensa local.

Por su parte, Miguel Lifschitz, marcó también distancia con el gobierno kirchnerista señalando:  “Nadie quiere volver al pasado, ni a la década anterior, con su secuela de autoritarismo, de populismo, de corrupción, de degradación de las instituciones, ni tampoco a otros momentos de la historia que tampoco nos dejaron demasiados saldos positivos, por lo menos de la historia reciente”. Mientras el gobernador hablaba, en voz baja, algunos se preguntaban si Luis Contigiani, el candidato que el jefe provincial se puso al hombro en las PASO, fuerte simpatizante de la política económica del kirchnerismo, habría estado de acuerdo con su jefe político.

 

Comentarios