“Un inmueble en Paraguay o Uruguay tiene una rentabilidad anual en dólares de hasta 7%, contra el 3% de Argentina y con menos carga tributaria”

Enrique Abatti, presidente de la entidad, señaló que las modificaciones al nuevo proyecto de Ley de Alquileres perjudicarán a todos los actores del mercado

A principios de esta semana, la Cámara Alta de la Legislatura efectuó una serie de modificaciones sobre el nuevo proyecto de Ley de Alquileres, para luego devolverlo a Diputados. No obstante, las nuevas condiciones no son bien vistas por los propietarios, quienes sostienen que implicarán un impacto negativo en todos los actores del mercado inmobiliario.

Los cambios más importantes sugeridos por los Senadores son mantener la duración mínima del contrato en 3 años y actualizaciones cada 6 meses utilizando un coeficiente conformado por la menor variación que surja de comparar el promedio del 0,9 de la variación del coeficiente de variación salarial publicado por el INDEC, y la variación del coeficiente de estabilización de referencia, publicado por el BCRA.

En este sentido, Enrique Abatti, presidente de la Cámara de Propietarios de la República Argentina dijo en diálogo con CNN Radio Rosario: “Muchos propietarios llegan a vender sus inmuebles y buscan invertir en Paraguay o Uruguay, donde tienen rentabilidades del 5 o 7% anual en dólares. En Argentina la rentabilidad alcanza un 3% con una enorme carga tributaria”.

Además, afirmó: “El nuevo coeficiente es un berenjenal. Nadie lo va a querer aplicar y, entonces, se agrava más la situación. Los senadores del oficialismo son tan disciplinados ideológicamente que son irracionales. Los inquilinos no se benefician con estas modificaciones”.

Según anticipó, el panorama para los próximos meses seguirá siendo de incertidumbre. “Lo que se está haciendo es prorrogar los contratos con otro precio por hasta seis meses. Si no se sanciona una nueva ley, se renueva por tres meses más y así sucesivamente hasta tener algo de certidumbre”, explicó.

Finalmente, sostuvo: “Mientras tanto, los inquilinos están en una situación de zozobra material y espiritual. Esto causa angustia. El culpable no es el propietario, pero en general se trata de gente que lo único que hace es obtener una renta que complementa las malas jubilaciones de este país. En muchos casos se trata de ingresos para la gente una vez que se retiran. Tampoco se puede pedir que el propietario resigne. Es la renta que debe dar un inmueble, una inversión. Si una inversión no rinde, se destina el dinero a otra cosa y por eso hay enorme cantidad de inmuebles a la venta”.

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