El pronóstico trazado por la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL) para la economía argentina de los próximos dos años es bastante sombrío. En su último “Informe de Coyuntura”, sostienen que “las economías de Estados Unidos y de América Latina están transitando el camino hacia la normalidad”, pero que “la Argentina es un caso especial de fragilidad aumentada por las políticas populistas de la última década”.
El reporte, firmado por Daniel Artana, uno de los economistas jefes de FIEL, apunta que “el Gobierno ha empezado a transitar un ajuste” para acercar al país a “una situación más normal” a través de decisiones como “el acuerdo con Repsol, los pagos a otros demandantes que ganaron juicios en el CIADI y las conversaciones con el Club de París”. Y aunque señala que “la herencia que reciba el próximo gobierno será un poco menos pesada”, también sostiene que “es poco probable que (esta normalización) le permita al gobierno acceder a nuevo financiamiento externo durante lo que resta del año”.
Al mismo tiempo, según la Fundación, aun suponiendo que tras la devaluación de enero el tipo de cambio acompañe la inflación mensual, eso “sólo lograría mantener el tipo de cambio real de comienzos de 2011 cuando las reservas eran mucho más holgadas y la situación fiscal era mejor” por lo que “es poco probable que se produzca un salto exportador” y “la economía se encamina a ‘producir los dólares’” por vía de una recesión que reduzca las importaciones.
“Esa recesión será más profunda cuanto menos se ayude al Banco Central en la tarea de estabilización”, vaticina FIEL, que ve necesario reducir el déficit fiscal para evitar que el Central deba seguir esterilizando una parte de la emisión y “presionando aún más la tasa de interés” y que cuestiona “la insistencia en el control de precios, a pesar de los continuos fracasos desde 2005 a la fecha” como un ejemplo “de factores que impiden una mejora en la confianza”.
“La economía parece condenada a una recesión con alta inflación tanto en 2014 como en 2015, aunque para el año próximo podría existir un efecto moderador generado por una entrada de capitales de aquellos que quieran adelantarse a una (supuesta) mejor gestión de la próxima administración (…) Recesión con alta inflación es un triste final para lo que pomposamente se llamó la década ganada”, afirma el informe y concluye: “Debería ser también un llamado a la reflexión de quienes apoyaron las decisiones populistas, sea desde el gobierno o desde la oposición”.
Fuente: Cronista
