Lifschitz relanza frente. ¿Asociado con peronistas?

Lifschitz y la jugada del Socialismo y el PJ para enfrentar a Cambiemos

Por: Darío H. Schueri – Desde Santa Fe

El Gobernador Miguel Lifschitz ganó la “madre de las batallas”. Su candidato a concejal en esta capital Emilio Jatón obtuvo 85.294 votos (40,29%) contra 67.383 (31,83%) que cosechó Carlos Pereira, el candidato de José Corral. Ahora bien, ¿ganó Miguel Lifschitz en esta ciudad capital o Emilio Jatón?

Hace dos años, José Corral se erigía como el primer intendente santafesino reelecto con 84.487 votos (39,15 %) En ese momento Emilio Jatón se consagraba como Senador por el Departamento La Capital con poco más de 90 mil votos auspiciado por Antonio Bonfatti junto a José Corral (que por entonces moraba en el FPCyS).

¿De quién son los votos de Emilio Jatón entonces? Indudablemente de Emilio Jatón, cualesquiera fuera el sponsor: ayer Bonfatti; hoy Lifschitz. ¿Nace el “jatonismo” en esta capital? Definitivamente, Sí.

Miguel Lifschitz – lo analizábamos en nuestro último escrito – necesitaba ganarle a José Corral en su propia casa para hacer una carambola a tres bandas: consolidar su poder político dentro del PS y el FPCyS, y su vez menguar el de José Corral dentro de Cambiemos.

“Me siento el hombre de Macri en Santa Fe”, se apuró a definir el joven y flamante diputado reelecto Luciano Laspina el domingo a la noche en pleno festejo PRO en el búnker alquilado por los radicales santafesinos. Corral no estaba; se había ido después de votar a Capital Federal (¿presentía la derrota de su delfín?). Miguel Del Sel, melancólico, recostado sobre una pared señalando al rosarino (radicado en Capital Federal) nos dijo: “ahí está el próximo candidato a Gobernador de Cambiemos”. Laspina es actualmente Diputado nacional porque Del Sel renunció a su banca en el 2015 cuando fue candidato a Gobernador.

Curiosamente Luciano Laspina, en una de las tantísimas entrevistas otorgadas el domingo a la noche, se ocupó de congeniar con Miguel Lifschitz diciendo que los chispazos de las últimas semanas (por la deuda de la nación para con Santa Fe) eran “roces de campaña” y que auguraba una “buena relación” de aquí en más. ¿Se estaba dirigiendo a su futuro contrincante?

Miguel Lifschitz, una vez conocida la tempestiva tendencia electoral de Cambiemos que finalmente dejó al FPCyS con Luis Contigiani como único Diputado nacional, también se apresuró a relanzar el FPCyS (hasta con nuevo nombre, quizás Frente Amplio Santafesino) abriéndole generosamente las puertas a “sectores independientes y organizaciones sociales”. Y a los peronistas de buena voluntad que quieran sumarse. En la sede del PJ provincial estaban tomando seria nota de su convite.

El peronismo con el “Chivo” Rossi a la cabeza enarbolando las banderas “de Néstor y Cristina”, retuvo casi todos los votos de las PASO y se transformó para las legislativas nacionales en la segunda fuerza electoral con poco mas de 500 mil votos.

Hace dos años Omar Perotti lograba un triple empate técnico con Miguel Del Sel y Miguel Lifschitz con la misma cantidad de votos: poco más de medio millón. ¿Por qué los peronistas habrían de mirar con cariño la apertura que pretende Lifschitz?. ¿Ya no confían en obtener aquel resultado, a manera de piso, de la mano de Omar Perotti en el 2019 para pelear la gobernación?. ¿Sería acaso Alejandra Rodenas la elegida?.

Miguel Lifschitz se tomará esta semana para pensar los cambios en su gabinete. Debe cubrir cuatro ministerios: Producción (Luis Contigiani se irá al Congreso nacional), Salud (Miguel González asumirá como Senador por La Capital en reemplazo de Emilio Jatón); y los dos que hoy están en manos de hombres de José Corral: Obras Públicas (Julio Schneider) y Ciencia y Tecnología (Eduardo Matozo).

Paralelamente, el Gobernador deberá entablar conversaciones con los radicales aliados NEO (el Senador por San Cristóbal Felipe Michlig retuvo el único Departamento en el que ganó el FPCyS para Diputados nacionales) y, porque no, con los sectores “independientes y sociales” y el peronismo.

Pero básicamente el PS se debe una urgente reunión interna dirigencial para definir el futuro partidario.

Miguel Lifschitz quiere erigirse como conductor del socialismo y del nuevo frente. Para lograr ese objetivo deberá conseguir la reforma de la Constitución con reelección (la suya, obviamente). La llave maestra la tienen los 11 senadores peronistas que le posibilitarían lograr los dos tercios que le habilite la Ley de necesidad de la reforma constitucional en el Senado.

Pero necesitará además de los dos tercios en Diputados (34 votos) que sólo la hábil muñeca de Antonio Bonfatti podría conseguirle. ¿Le conviene pelearse con Bonfatti entonces?. “Antonio” seguramente no olvidará que “Miguel” (los socialistas acostumbran a llamarse por sus nombres de pila) lo trató de soberbio cuando hizo su descargo luego de la desafortunada comparación de Bonfatti, al decir que no es verdad que el pueblo nunca se equivoca al votar.

Del acuerdo que Lifschitz lograre con los senadores peronistas, y la cantidad de adhesiones que consiguiese para su reelección se desprendería otra lectura fundamental para el peronismo: si están dispuestos a jugar el 2019 con Miguel Lifschitz candidato a Gobernador ó con Omar Perotti  (ó Rodenas).

Decíamos en escritos anteriores que el 23 de octubre la política pondría los cronómetros en cero rumbo al 2019. El tiempo de descuento comenzó a correr.

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