Claves para entender el escenario mundial

Wall Street anotó nuevos máximos históricos en la despedida de febrero, ¿Qué esperar para los próximos meses?

El año comenzó con varios frentes de tormenta en el horizonte. El primer foco se encuentra en el mismo seno del sistema financiero. Las políticas expansivas que llevó adelante la Reserva Federal de los Estados Unidos como respuesta “todo terreno” a la crisis financiera de 2008 y sus coletazos posteriores avanzan inexorablemente hacia su fin.

1) En primer lugar, la sucesora de Ben Bernake, Janet Yellen, dio señales claras de continuidad en la línea de Bernanke pero haciendo énfasis en la moderación a la hora de dar cualquier paso en la retirada de las inyecciones de fondos en los mercados. El presupuesto mensual para la compra de bonos del tesoro y títulos hipotecarios se contrajo en 20.000 millones de dólares (pasando a 65.000 a partir del mes de enero de 2014). Por el momento los índices de referencia extendieron su camino alcista y el cierre del primer bimestre de 2014 deja como saldo un nuevo máximo histórico para el índice Standard & Poor’s 500.

Por cierto, si algo heredó Yellen es la capacidad de influir en los mercados sin mostrar acciones demasiado concretas. La política acomodaticia basada en dos índices rectores: el mercado laboral y la inflación deberá dar un paso al costado y la Reserva Federal tendrá que mantener los planes actuales para desactivar su programa de compras de bonos en los próximos meses.

2) Como segundo punto es importante marcar que los primeros 60 días del año también ofrecieron otros vaivenes en los mercados internacionales. La tensión geopolítica recrudeció por la escalada de las protestas en Venezuela y las revueltas sociales en Ucrania que pusieron fin al régimen de Viktor Yanukovic, quien fuera destituido por el Parlamento ucraniano. Sin embargo, una eventual acción militar desde Rusia agrega ruido al escenario económico global.

Las consecuencias de una nueva crisis en Europa sería un golpe directo a la recuperación de las economías periféricas de la Eurozona. Tras la profunda recesión, tanto España como Italia deben consolidar las mejoras en sus indicadores base y lograr que el rebote en el nivel de actividad se traslade rápida y sustentablemente a la creación de empleos. Además comienzan a sonar las alarmas ya que varios economistas como el jefe del Fondo Monetario Internacional, Olivier Blanchard, ve un riesgo de deflación, en el viejo continente.

3) En tercer lugar y por el momento una eventual crisis en las economías emergentes parece posponerse. La creciente tensión que operó sobre las divisas de los países en desarrollo, especialmente aquellos fuertemente dependientes de las exportaciones de materias primas, puso sobre la mesa de análisis la posibilidad de que exista una corrida que deje al borde delknock-out a alguno de los países que integran el grupo que mayor impulso dio a la economía global en el último lustro. Claramente, este escenario dispararía un efecto contagio difícilmente controlable.

Los bancos centrales hicieron su aporte al actuar sobre las tasas de interés, subiendo las tasas de referencia. No obstante, el mayor alivio vino justamente desde el mercado de materias primas. La sostenida demanda dio vigor a los precios y con ellos la recuperación de las monedas de los países productores. Recordemos que la soja alcanzó nuevamente valores máximos de los últimos seis meses superando los U$S 520 por tonelada.

Semáforo internacional

– Conflicto en el Este europeo

– Riesgo de deflación en la Zona Euro

– Desaceleración en China

– Retiro de los planes de estímulo en EE.UU

– Fuerte suba de las commodities

– Bajas tasas de interés

– Recuperación del mercado laboral norteamericano

4) El punto número cuatro nos lleva a mirar hacia los meses que vienen y la pregunta es cómo evolucionarán estos frentes. Los focos de tensión de aparición aislada podrían ser rápidamente controlados sin desviar el optimismo de los inversores. Sin embargo, la principal preocupación pasa por un deterioro simultáneo en los distintos rubros que lleve a una inminente corrección generalizada en los mercados y a una caída de la actividad global. Desde China, el crecimiento parece desacelerarse mientras que el gigante asiático registró su primera cesación de pagos de bonos domésticos, durante la semana cuando el productor de equipos solares que incurre en pérdidas Chaori Solar incumplió un pago de intereses y estableció un hito preocupante para los inversores.

5) Para finalizar el latente conflicto en el Este europeo tendría efecto sobre otras economías y mercados tanto por canales de la economía real (como por ejemplo ante un encarecimiento de la energía rusa que Europa consume ávidamente) como por canales financieros.

Como corolario, este mundo globalizado trae aparejadas consecuencias que escapan al análisis superficial. Una crisis en Ucrania tiene lazos directos con potenciales efectos perjudiciales para la economía argentina: el país europeo es – junto con Venezuela, otra nación en llamas – uno de los principales destinos de exportación para la maquinaria agrícola producida en nuestras pampas. En tanto Rusia es uno de los principales productores de hidrocarburos y gran exportador de LNG en momentos donde Argentina se presta a importar gran cantidad del gas para paliar la crisis energética en la ante sala del invierno.

 

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