Pullaro impuso su hegemonía provincial y expuso las internas libertarias

Mientras el gobernador construye poder en Santa Fe, Karina Milei falló en el armado libertario y Bullrich se anota dos triunfos pese a que no la dejaron jugar.

La primera elección del calendario político nacional dejó una conclusión contundente en Santa Fe: Maximiliano Pullaro consolidó su liderazgo provincial con una victoria categórica en todos los departamentos, y puso en marcha el proceso de reforma constitucional con respaldo popular y control político. A contramano, La Libertad Avanza dejó al descubierto sus grietas internas, con una mala jugada de Karina Milei que debilitó su armado territorial y un aporte clave de Patricia Bullrich, quien respaldó con éxito a dos candidatos ganadores pese a haber sido desplazada del diseño local.

Pullaro, que encabezó la lista de Unidos para Cambiar Santa Fe, se convirtió en el candidato más votado en los 19 departamentos, sumando 13 de las 19 bancas en juego para la Convención Constituyente. Su estrategia fue clara: no eludir el protagonismo, someter su figura a las urnas, y defender la necesidad de una reforma institucional que incluya la posibilidad de reelección del gobernador y el fin de la reelección indefinida en cargos legislativos e intendencias.

El resultado fue más que una victoria: fue un plebiscito favorable a su gestión. A un año y medio de su contundente triunfo en 2023, Pullaro volvió a ganar cómodo en una elección que no definía poder ejecutivo, pero sí la arquitectura institucional del futuro.

En contraposición, La Libertad Avanza llegó a la elección dividida y mal coordinada. La conducción política del espacio, a cargo de Karina Milei, decidió no avanzar en una alianza con Amalia Granata, figura con presencia provincial y buen caudal electoral. Fue un error estratégico que debilitó la performance general del espacio y diluyó su presencia en el interior, donde apenas lograron dos bancas sobre 19.

Pero dentro de ese escenario, Patricia Bullrich —ministra del gobierno nacional e integrante plena de La Libertad Avanza— logró marcar una diferencia. A pesar de haber sido excluida del armado provincial, respaldó personalmente a Juan Pedro Aleart en Rosario y Javier Meyer en Las Rosas, ambos electos como convencionales departamentales. No hubo estructura oficial detrás, ni apoyo logístico desde el espacio libertario, pero sí un gesto político que terminó en triunfo para sus apadrinados. “Un paso firme para la ley, el orden y la seguridad”, escribió Bullrich sobre Aleart, en un mensaje que pareció dirigido tanto a sus seguidores como a los sectores del mileísmo que le impidieron intervenir.

El peronismo, en tanto, quedó atrapado en una interna sin salida. Dividido entre Juan Monteverde, Marcelo Lewandowski y Roberto Sukerman, apenas pudo retener cuatro departamentos, dejando al justicialismo sin peso real en la Convención.

Los números finales muestran un Pullaro fortalecido, una oposición dispersa, y una interna libertaria que amenaza con frenar el crecimiento del oficialismo nacional en territorios clave. En ese marco, la figura de Patricia Bullrich emerge como una de las pocas que logró aportar victorias concretas, aún sin respaldo formal del partido.

La reforma de la Constitución santafesina será el próximo escenario de disputa. Pero el mapa de poder ya empezó a redibujarse.

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