El colectivo no lleva a ninguna parte si el individuo no sabe a dónde va … .Esta es una reflexión muy práctica sobre una filosofía ancestral que hizo desarrollado al mundo de los países que supo entenderla. El liberalismo no puede ser solamente económico, debe ser esencial a la vida del ser humano, para que brinde sus frutos de prosperidad en comunidad, urbanismo, en la sociedad que conforma a una ciudad, una provincia o un país.
Volvemos al ejemplo del inicio. “Si vos no tenés claro dónde ir, por más que te subas a cualquier colectivo no llegarás a ningún lado…”, parece una conversación de café con medialuna, sin embargo encierra una verdad revelada por la vida cotidiana.
Esta introducción viene al caso porque el domingo próximo habrá que tomar decisiones importantes, elegir convencionales constituyentes que tendrán la trascendental tarea de trabajar en la reforma constitucional de la provincia. Si estos “elegidos”, sólo se dedican a hacer política, a usar palabras huecas para llenar espacios de confrontación, estamos dilapidando una oportunidad que no se da desde hace 62 años, de afrontar el diseño de las condiciones de vida para nuestro futuro y el de las próximas generaciones que serán regidas por la renovada Constitución Provincial.
Mejor prevenir que curar
Garret Edwards, el Director de Investigaciones Jurídicas de la Fundación Libertad, aprovechó la oportunidad de estas circunstancias para prevenir sobre algunos conceptos que se “tiran al aire” por parte de personas e instituciones que quieren “figurar” o llamar la atención en medio de esta campaña electoral tan particular.
A continuación detallamos reflexiones del experto, vinculado con constitucionalistas de todo el mundo, que nos van a permitir pensar antes de votar.
“Hay palabras que intentan sonar bien como planificación, visión integradora, derecho a la ciudad, pero que en el fondo lo que están escondiendo son grandes riesgos para la propiedad privada”.
“Esto de la autonomía municipal viene mal entendido, cualquiera quiere llenar este concepto de palabras agradables al oído pero que son contraproducentes para la realización individual de los ciudadanos que desean emprender, generar negocios y optimizar recursos, justamente para hacer crecer a su ciudad o pueblo”.
“Una cosa es la autonomía, otra muy distinta es la rentabilidad, no se deben confundir los significados y ninguna es mala palabra”.
“Con este concepto del ordenamiento territorial buscan algunos actores sociales y profesionales, inclusive desde la visión arbitraria del Estado, los políticos quieren una planificación centralizada del suelo para proteger la tierra en sentido colectivo pretendiendo proteger a la propiedad privada cuando ocurre luego todo lo contrario”.
“Lejos de consolidar la autonomía local, o de proteger el medio ambiente, abren las puertas a nuevas restricciones, a inseguridades jurídicas sobre a quién pertenece el cuidado del territorio, a la intervención estatal que se empecina en modificar permanentemente las reglas de juego”.
“La propiedad privada y su respeto no se negocia por nada”.
“Ningún emprendedor puede estar subordinado a una visión integral antojadiza que difumina responsabilidades entre múltiples niveles de gobierno, y que no deja claro quién toma las decisiones, adónde hay que reclamar y cuántos trámites hay que hacer para encarar una meta familiar o empresarial en tal o cual lugar elegido por un individuo libre. La propiedad privada debe ser el principio rector de la reforma constitucional provincial, porque desde ya marca además el camino de todos los argentinos a través de la Constitución Nacional. Una supuesta o pretendida protección del suelo no puede ser la excusa para relativizar o para imponer restricciones discrecionales sobre el derecho a la propiedad en un loteo, un parque industrial o un barrio privado”.
“Tampoco hay que obviar que aquí hay un riesgo de centralización bajo una máscara de coordinación, porque si bien se habla de la autonomía municipal se quiere centralizar y enfocar en manos del estado provincial y supuestos entes técnicos de escasa legitimidad democrática porque no sabemos quienes los conforman y quienes los elegirán, una planificación territorial centralizada que se convertiría en un corsé, una máquina de impedir el desarrollo local y la inversión”.
“Lo que hay que instaurar es una seguridad jurídica emanada de la Constitución para que todas las partes interesadas se desarrollen y puedan llevar adelante sus negocios, para que todos se beneficien mutuamente, tanto desarrolladores, pymes, inversores, compradores, habitantes y residentes de cada localidad de Santa Fe”.
“Hace falta previsibilidad y no discrecionalidad, en las atribuciones del estado provincial, porque si cada municipio toma decisiones fiscales y jurídicas por su cuenta, pone trabas y modifica las condiciones respecto de sus vecinos, y a su vez la provincia condiciona todo, se desalientan las inversiones, incluso se descuida lo que se quiere proteger: la preservación del suelo. Y otras provincias mejor organizadas y más previsibles, serán más capaces de captar fuerzas productivas”.
Falsedades y dilemas
“Hay un falso dilema, la Argentina está acostumbrada a las falsas dicotomías, a contraponer desarrollo contra ambiente, mercado contra planificación, cuando no es cierto que el desarrollo inmobiliario vaya en contra del medio ambiente. Los emprendimientos inmobiliarios surgen y se multiplican como respuesta a la demanda insatisfecha de viviendas, a desarrollos productivos locales que impulsan urbanizaciones, que generan trabajo, que capturan el interés de la gente por ir a vivir a tal o cual localidad porque los distintos gobiernos provinciales no han sabido urbanizar correctamente, ni estimular cambios potenciales para atraer la iniciativa privada”.
“La falta de reglas claras, de servicios públicos adecuados, de eficiencia del estado, infraestructuras inconclusas, provocan estas confusiones. Hay una cuestión de principios, donde lo colectivo no puede anular lo individual, no se puede pretender que el interés colectivo pueda atropellar derechos individuales. Lo que hay que hacer es equilibrar los intereses que están en juego, es un punto a tocar en la reforma constitucional, que no puede tener soluciones sesgadas incompletas que oculten con palabras lindas y supuestas buenas intenciones un parate o un obstáculo al desarrollo de la iniciativa privada en la provincia de Santa Fe”.