Perotti y el reacomodamiento de la tropa

El análisis de  Darío H. Schueri desde Santa Fe

Vientos de cambio soplan en la amplia planicie política nacional. El peronismo en ebullición está pariendo una nueva era, ahora en la oposición a una alianza – Cambiemos –  que a fuerza de voluntad y aprovechando los errores ajenos supo alzarse con la victoria no sólo presidencial, sino conquistando el estratégico territorio bonaerense; arreciar con votos “PRO” la peronista Córdoba y marcar la cancha de la frentista Santa Fe.

Hoy pugna por domesticar la inflación. El resto es cultural y político y ya está encaminado.

El mapa político en Santa Fe

El peronismo santafesino considera que es mejor replegarse para hacerse fuerte desde las federales tierras del Brigadier López; mientras el FPCyS trata de que el germen de Cambiemos no termine por deformar su esencia poniendo el peligro, prematuramente, el futuro.

El ex Gobernador Carlos Reutemann supo imponer un férreo cerrojo federalista ante los continuos amagues de imposiciones provenientes de Buenos Aires, aun contradiciendo la soberana voluntad de su mentor político Carlos Menem, como cuando se negó a que Liliana Gurdulich sea reelecta senadora nacional por sobre su candidato Jorge Massat.

Hoy, el tres veces reelecto Senador nacional no forma parte del continente Cambiemos por el que arribó nuevamente al Congreso en la lista de Macri Presidente; siguiendo con su bloque unipersonal Santa Fe Federal desde el cual le dará su estudiado apoyo crítico al gobierno de su amigo Mauricio. Su sobrino Federico lo emula desde el recinto de la Cámara de Diputados de la Provincia: después de haber apoyado la candidatura de Miguel Del Sel con la cual accedió a la quinta reelección, hoy forma parte del interbloque peronista desde la banca unipersonal Producción y Trabajo.

Ante la inminente erupción del peronismo nacional, hace una semana señalábamos que había llegado el momento de saber si el FPV era una línea interna del peronismo, o al revés. La discusión quedó saldada en el Consejo Nacional Justicialista.

La crisis desatada en la Cámara de Diputados de la Nación tuvo su alerta meteorológica en la legislatura bonaerense y entre los intendentes del conurbano, cuando la Gobernadora Vidal expuso al inflexible kirchnerismo ante la sociedad por negarse a votarle el presupuesto. Massa y la cordura del resto del peronismo hicieron el resto: salió el presupuesto y los directores del Bapro.

Las oportunas marcha atrás del Presidente Macri (a diferencia de su antecesora que redoblaba la apuesta) de los decretos sobre los pliegos de Rosatti y Rosenkrantz para la Corte Suprema, y la asignación de mayor porcentaje de coparticipación para la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, convencieron al peronismo más moderado de que una nueva etapa de diálogo y racionalidad política se inauguraba en el país, y que ellos no podían ir a contramano de los deseos de la sociedad que el 22 de noviembre plasmó en las urnas, aún los que votaron a un conciliador Daniel Scioli que se desgañitaba junto a su mujer para persuadir al electorado que su gobierno no sería igual al de Cristina.

En la federal Santa Fe, los variopintos 11 diputados peronistas subdivididos en casi media docena de sectores proclamaron su independencia de la movida nacional en el convencimiento de no mezclarse en internas fratricidas y trabajar, dentro de la diversidad, por la unidad del peronismo “como un  mensaje para afuera de que podemos ser una opción seria, madura” de cara al 2019, según lo hizo saber el diputado venadense Julio Eggimann.

Con su infalible olfato político para detectar los acontecimientos mucho antes de que se produzcan, sobre finales del 2015 los 11 senadores peronistas ya habían dejado de lado los dicotómicos “ismos” (sciolismo, kirchnerismo, massismo) para arroparse bajo la paternal sigla “PJ”.

En el Departamento La Capital, presidentes comunales, concejales y el intendente de Recreo, coincidentemente con los acontecimientos nacionales decidieron auto convocarse la semana pasada en Monte Vera en un foro que los fortalezca en la unidad de la acción para sostenerse y peticionar, ya sin caja nacional, ante el frente gobernante provincial que se vislumbra sumamente ejecutivo y con dinero. Quieren exportar la iniciativa a otros Departamentos.

Por su parte, el provincial Foro de presidentes comunales peronistas Pueblos Libres, la mayoría apalancado políticamente con el ahora diputado nacional Alejandro Ramos, se reunirá con los 11 senadores para definir líneas de acción.

Tanto uno como otros (los reunidos en Monte Vera y el histórico Foro Pueblos Libres) aguardan ansiosos las gestiones que puedan realizar en Buenos Aires los diputados nacionales y el senador Omar Perotti, de quienes esperan una activa dedicación territorial. Perotti está encaminado hacia un inminente liderazgo nacional desde su banca de Senadores junto al Gobernador salteño Urtubey.

Acorde con el cronograma electoral fijado para el 8 de mayo por el Consejo Ejecutivo nacional del peronismo para la renovación de autoridades, su par santafesino ideó calzar la misma fecha para reemplazar al intendente de Venado Tuerto José Luis Freyre y la línea dirigencial del PJ santafesino, enfrascado hoy en una lastimosa realidad financiera que le impide pagar los sueldos de sus empleados.

En la reunión del Consejo Ejecutivo Nacional del peronismo, según referenció el consejero y ex diputado provincial bielsista Pablo Dibert (aspirante a conducir el PJ provincial auspiciado por María E. Bielsa. ¿Ricardo Olivera el candidato de la unidad?), hubo un amplio espíritu autocrítico, y llamativo silencio de la falange “K”. El actual titular del peronismo nacional Eduardo Fellner pidió ante la adversidad electoral volver a las fuentes repasando la doctrina peronista y fortalecer a los Gobernadores, “de donde debe salir el próximo Presidente” proclamó, instando a abrirle las puertas “a los compañeros que se han alejado”, y que los diputados, senadores e intendentes de todo el país y los tres millones de afiliados sientan el respaldo de la conducción del justicialismo.

Durante el cónclave nacional se sentaron las bases para refundar el “justicialismo”, toda vez que el FPV, de acuerdo con la definición del apoderado del Partido Jorge Landau “no existe más. Fue una figura de alianza para competir. Las alianzas son por definición transitorias”. Motivo por el cual se tendieron las lianas para recomponer los lazos con la sociedad, básicamente la clase media: “debemos dedicarnos a trabajar para ello, y no dinamitar el trabajo de este gobierno nacional”, se escuchó decir en el auditorio, seguramente para escándalo del kirchnerismo y su brazo operativo La Campora, que no pocos quieren reducir a una mera agrupación dentro del peronismo.

Asado conciliador

Mientras tanto, el FPCyS vernáculo juntó en torno de un argentinísimo asado servido en la casa que alquila el Gobernador Lifschitz en esta capital, a su plana mayor para sosegar algunos espíritus demasiados inquietos por los tiempos electorales que vendrán, cuando apenas transcurrieron 38 días hábiles de Lifschitz gobernando con Macri Presidente.

Más allá del amplio consenso de “unidad” y preservación del Frente esgrimido por los capitanes de la coalición, sosteniendo los conceptos sustanciales que los sentó en una mesa hace 20 años y los llevó al poder hace ocho, el líder del PDP Gabriel Real, apoyado conceptualmente por el Vicegobernador Carlos Fascendini cree que “este es el momento de institucionalizar el Frente”.

No faltaron los llamados de atención ante lo que se considera un innecesario apuro de algunos actores por mostrar un desmesurado mérito con el gobierno nacional para ocupar espacios políticos que a cuatro años vista no se sabe si el PRO les concederá (en el Partido de Macri aún están quienes sostienen que hay que seguir seduciendo peronistas).

Los líderes del Grupo Universidad José Corral y Mario Barletta insisten en que hay que aprovechar la sociedad de un sector radical con el PRO dentro de Cambiemos para gestionar a favor de la Provincia, hecho que el socialismo no desmerece, pero considera que ello no debe prestarse a confusiones.

El ex premier de Bonfatti y actual jefe de la bancada socialista en diputados Rubén Galassi puso blanco sobre negro: “el socialismo nunca hará una alianza con el PRO”, clausuró. Carlos Fascendini, uno de los orientadores de NEO piensa que como Partido radical santafesino, que también en mayo definirá autoridades, no hay una posición explícita de sociedad con el PRO; hoy más bien se inclina por lo contrario.

Julián Galdeano del Movimiento de Afirmación Radical adherente a Cambiemos apela a la prudencia y la “construcción permanente” sin perder de vista la pertenencia al FPCyS. “Todo dependerá de cómo llegue Macri al 2019”, define.

Miguel Lifschitz convocó al Primer plenario de equipos de gobierno en el que los instó a “gestionar y gestionar” para “ganar este partido por goleada, no por uno a cero”.

Esta semana tendrá su prueba del ácido con los gremios en paritarias. Más allá de los escarceos verbales de los experimentados jefes sindicales para mostrarse fuertes ante sus tropas, el 35% que les ofrecerá el gobierno (con sus aditamentos técnicos según cada sindicato, como sumas fijas, mayores remuneraciones para categorías bajas y muchos otros ítems) seguramente será el porcentaje que firmarán.

Mientras en Buenos Aires la tempestad política arrecia, en Santa Fe fiel a los principios federalistas, se quiere preservar la identidad territorial

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