Sol de Funes se acerca a la recta final. Detalles de la mega obra

Una cámara hiperbárica, tratamientos integrales en salud y estética entre sus singulares servicios

Sol de Funes es un hotel de campo que involucra además, más de 36 casas tipo country, en plena zona rural, sobre la autopista Rosario Córdoba, lindero al barrio privado Kentucky.

El megadesarrollo inmobiliario de Néstor Rozin, está próximo a iniciar la etapa final de una construcción de características inéditas para la región.

Su estructura íntegramente metálica proyectada en forma de L se divide en subsuelo, planta baja, primer piso y segundo piso, que alberga más de un centenar de habitaciones, salas de convención, restaurant, una cava y amenidades que van más allá de las que comúnmente se encuentran en un cinco estrellas. Ocurre que el proyecto del empresario, cercano a jugadores de football y deportistas de elite, contará con un gimnasio especialmente equipado y una cámara hiperbárica -empleada para acortar tiempos de recuperación de lesiones y mejorar el rendimiento deportivo-.

A su vez, el sector del spa, estará equipado para tratamientos de salud y estética, atendido por un equipo de profesionales integrado por médicos, kinesiólogos y nutricionistas, características que hacen del hotel funense, único en su tipo.

Entre otras curiosidades, el desarrollo del empresario titular de Rogiro Aceros, cuenta con una cava que estará auspiciada por bodegas top; un restaurant, bajo la dirección de un reconocido chef -aún no está definido el nombre del mediático- y 3 salas de usos múltiples con la posibilidad de realizar eventos para más de 500 personas.

Dos piscinas exteriores de 20 metros de largo, en un entorno campestre, más una tercera climatizada, aportan magestuosidad a la planta baja, cuyo lobby, decorado por muebles de autor, expondrá una colección de cuadros del empresario. En la recepción, se destaca además, un grupo de palmeras coronadas por una cúpula corrediza de cristal, detalle que otorga el toque exótico a una construcción con formas geométricas puras.

“Se trabaja con materiales nobles, de altísima calidad, sin escatimar gastos”, comentan a ON24, sus arquitectos, durante el recorrido de la obra. “Los baños están revestidos con porcelanato importado de India, las puertas de los espacios comunes del hotel son macizas de roble de los toneles de vinos de Mendoza y los vidrios utilizados son belgas”, describen.

En las plantas superiores, el proyecto cuenta con 15 habitaciones especiales, con el doble de tamaño ─70,14 metros cuadrados─ y aptas para familias tipo de 3 o 4 integrantes. También con cinco  departamentos de 68 metros cuadrados con un dormitorio diferenciado y una suite presidencial, en 227 metros cuadrados, con sala de reuniones, estar, cocina, tres baños y hidrobañera en el balcón.

La mega obra se acerca así a su etapa final, generando fuertes expectativas con la recepción de visitantes ilustres y ofreciendo a los lugareños, la posibilidad de contar con una membresía para disfrutar de los singulares servicios.

     

     

      

 

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