Real Estate: De Tokio y Nueva York a Buenos Aires

Vivir a minutos del corazón de las principales ciudades del mundo se transformó en algo prohibitivo para la mayoría de la gente. En lugares como Tokio, Nueva York, París o Londres el metro cuadrado supera cómodamente los 15.000 dólares y y puede llegar a más de USD 30.000. La fórmula que se encontró para vivir allí sin ser millonario no tiene mayores misterios: achicar el tamaño de la propiedad hasta la mínima expresión.

Los modalidad de microdepartamentos llegó a la Argentina hace un par de años, pero recién ahora está tomando vuelo. Y un dato que lo revela es que un fondo de inversión que se lanzó para aprovechar el dinero del blanqueo se focalizará en este tipo de producto. El contraste es muy notable, teniendo en cuenta que la mayoría de los productos que se lanzaron para captar a inversores que entran en el sinceramiento fiscal son grandes desarrollos de oficinas y edificios premium en Puerto Madero, Catalinas y otras zonas carísimas de la ciudad de Buenos Aires y el conurbano.

Los microdepartamentos que se construirán tienen tamaños que van de los 18 a los 30 metros cuadrados. Y estarán ubicados en la Ciudad de Buenos Aires, aunque en zonas donde el metro cuadrado aún no levantó tanto como Almagro, Villa Crespo. Paternal, Flores y Balvanera. También en la ciudad de Neuquén.

Detrás de este lanzamiento está la familia de dos fondos comunes de inversión, uno de los cuales patentó en la Argentina la marca “microdepartamentos”.

El perfil de los compradores

Jóvenes que llegan a Buenos Aires para estudiar y que sus padres le compran o alquilan un departamento es un segmento ideal para el producto.

También la gente que vive sola por decisión propia o por una separación y no quiere perder mucho tiempo por día para llegar a su lugar de trabajo.

Se trata de apuntar a público de clase media, que en los últimos años no pude transformarse en propietario y no tuvo otro remedio que alquilar, ante la inexistencia de crédito hipotecario.

Pablo Brodsky, director de la desarrolladora, explica cuáles son las claves de este producto: “los compradores de un departamento de estas características ya tienen el equipamiento incluido, incluyendo una cama rebatible, igual que la mesa para comer y todo lo demás. Está todo adaptado para aprovechar al máximo el lugar. Hoy ya no te podés dar el lujo de desaprovechar espacio”.

La idea es darle a quien vive en un microdepartamento un producto que obviamente no es espacioso, pero sí de diseño en barrios donde  se construye con una calidad menor. “El equipamiento proviene de Casa FOA y está pensado específicamente para un departamento muy chico como el que ofrecemos nosotros. No dejamos que el propietario o inquilino meta cualquier cosa porque además no tendría lugar para hacerlo”. Pueden ser de uno o de dos ambientes.

Otra clave es que los lugares comunes del edificio están pensados como una extensión del departamento, con espacios para estudiar, microcine, recibir visitas o lavar la ropa. Muchos también tienen bicicletas que comparten entre los vecinos.

La contra de este tipo de inversiones es que el precio del metro cuadrado arranca en valores más altos que el promedio de la zona. Se estima que puede rondar entre los 2.300 y los 2.500 dólares. Pero los desarrolladores del producto aseguran que se trata de precios que están convalidados por la fuerte demanda. Además, ellos mismos financian a los compradores que precisen un crédito para comprar la vivienda.

 

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