Emprendedores rosarinos desarrollan producto innovador y único en el mundo

En apenas tres meses lograron dar con el diseño, comenzaron la producción y lo comercializan por internet.

Un grupo de emprendedores rosarinos salió al mercado con un innovador producto de desarrollo propio. Se trata de Ricardo Singarella, Emiliano Lingo, Andrés Carbajo y Sebastián Alesio, quienes junto a su equipo técnico crearon y lanzaron una línea de alfombras desinfectantes de sustrato seco. En apenas tres meses, concretaron el diseño y desarrollo del producto, así como también la diagramación de la logística de venta y la creación de su propio portal de e-commerce. “Luego del shock de los primeros quince días, nos llamamos por teléfono y comenzamos a hablar de que teníamos que hacer algo con impacto social. Al ser un producto único en Latinoamérica y creemos que en el mundo, está funcionando fantásticamente”, comentaron.

Las Alfombras Singarella, bautizadas en honor a su creador, tienen la particularidad de desinfectar en seco las superficies que entran en contacto con ellas. Se activan por acción mecánica al pisar y por efecto de la humedad del ambiente, desprendiendo en forma progresiva y controlada pequeñas cantidades de cloro. Los emprendedores que lo crearon y lanzaron al mercado pertenecen a Gea Desarrollos, grupo detrás de importantes proyectos inmobiliarios de la región. Desde hace un año, también gestionan una unidad denominada “Gea Innovación”, destinada a soluciones innovadoras en diversas áreas.

Según contó Emiliano Lingo a este medio, el diseño de las alfombras y de su proceso productivo se basó en otro proyecto encarado por este relativamente nuevo departamento. “Estábamos desarrollando unos pisos flexibles antigolpes, de los que se usan en los juegos para niños. Queríamos lograr un piso elaborado a base de materiales reciclados, sin las emisiones tóxicas que pueden llegar a tener algunos de los tradicionales”, explicó.

Según el emprendedor, la idea fue la de generar un impacto en la sociedad y el menor daño ambiental posible. Lo consiguieron al trabajar sobre una base de materiales reciclables y un proceso que permite incluso reaprovechar alfombras que hayan llegado al límite de sus vidas útiles.

La totalidad de la producción de las alfombras está en Rosario. Según explicaron, se trata de un proceso de fabricación artesanal escalable, pero no industrial. “Por las características del producto y por nuestros recursos productivos, sabíamos que no podíamos lograr algo de consumo masivo, que pudiera comprarse en un supermercado”, explicó Lingo. De momento, cualquiera puede comprarlas a través de la tienda virtual oficial, MercadoLibre o de algunos comercios.

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