El nuevo pico de la pandemia volvió a poner a los gimnasios rosarinos contra las cuerdas. Tanto los contagios masivos, como los socios aislados, impulsó al sector a solicitar nuevamente al gobierno provincial ayuda financiera y subsidios, a partir de una merma del 60% de la facturación, que no tienen antecedente en el rubro.
Sobre la situación, Luciano Gottig, titular de la Asociación de Gimnasios de Rosario, se refirió en CNN Radio Rosario. Y al respecto, analizó: “Lamentablemente es un rubro que vuelve a estar en jaque, y desde el inicio de la pandemia hace casi dos años, fuimos un rubro que estuvo 8 meses cerrado, no de manera consecutiva, pero no obstante se vuelve inviable para cualquier rubro”.
“Nosotros no tenemos take away, delivery, nada, fue cerrar las puertas, y aguantar con la espalda que teníamos los alquileres, sueldos, impuestos, etc. Recibimos dos ayudas por parte del gobierno, con subsidios de $30.000 y $150.000, que no alcanzaron a cubrir un mes de sueldos”, agregó Gottig.
Con respecto al momento que atraviesan, expresó: “Es la cuarta nota que enviamos a través de la cual llamamos a una mesa de diálogo, para que nos reciban desde gobernación para plantear el problema. Ya que estamos en una época difícil para el rubro y ahora esta nueva ola nos mete un cachetazo, que hizo que merme casi un 60% la facturación respecto al año pasado, que teníamos más restricciones”.
“La situación económica se nos está haciendo muy cuesta arriba, y por eso solicitamos una línea de subsidios, o una línea de créditos a tasa subsidiada o ser incluidos en Billetera Santa Fe, pero no tuvimos respuesta alguna”, sostuvo.
Asimismo, Gottig hizo referencia a otro escollo que deben afrontar, como es la renovación de los contratos de alquiler de los locales, con incrementos que alcanzaron el 150%, “eso hizo que muchos se muden o se achiquen, pero también hay muchos que arrastran deudas del año pasado”.
Y graficó que los meses que estuvieron cerrado, fue “como en el chin-chon, nosotros arrancamos menos 10, porque hay que sumarle esos meses sin actividad. Es un rubro que hay que cuidar, porque en el marco de la pandemia es fundamental que la gente esté bien de salud, pero es triste ver cómo muchos están cerrando”.
En tanto, indico que en marzo de 2020 había entre 300 y 350 gimnasios y centros deportivos en Rosario, de los cuales un 30% tuvo que cerrar durante el primer año de la cuarentena. Actualmente, Gottig calcula que otro 30% “se ha ido achicando tanto en espacio como en personal” y que, pese a que en la ciudad hay grandes cadenas internacionales, hay que tener en cuenta a los “pequeños gimnasios barriales, que cumplen una función social tanto en adolescentes como en la tercera edad para fomentar la actividad física”.
