Tecnología de punta en manos experimentadas

Aadaptarse a la automaticidad, ganar productividad, ahorrar tiempo de trabajo y recorrer grandes distancias sin dañar el suelo

El productor Carlos Mochi relata cómo ha logrado adaptarse a la automaticidad, ganar productividad, ahorrar tiempo de trabajo y recorrer grandes distancias entre lotes sin dañar el suelo.

En el campo, la tecnología no es monopolio de las nuevas generaciones. Con toda una vida dedicada a la agricultura, Carlos Mochi siempre se ha mostrado curioso respecto de las novedades y las últimas innovaciones. Durante su larga trayectoria como contratista pudo experimentar que a través de los avances tecnológicos se puede lograr una mayor eficiencia y productividad. Y ahora, en su faceta de productor, continúa con la misma filosofía. Es así como hace dos años decidió incorporar a su equipo de trabajo a la Lexion 780 de Claas, la cosechadora más grande y automatizada del mercado argentino.

“Siempre estamos tecnificándonos y adquiriendo las últimas novedades“, revela una de las cabezas (junto a su hermano Ángel) de la empresa familiar Agro Mochi SA, que tiene su base en la localidad cordobesa de Villa del Rosario, una zona que se destaca por su alta tecnificación y agregado de valor a la materia prima. “Gracias a su sistema de telemetría puedo recibir en mi celular todos los datos de la máquina mientras la maneja un empleado”, comenta entusiasmado. Aunque ya hace algunos años se alejó de la cabina, el sistema TELEMATIC le permite seguir controlando todo de forma remota a traves de la transmisión de datos al instante y el uso de distintas informaciones de la máquina.

A esto se agrega el sistema CEMOS, que convierte a la Lexion en la cosechadora más automatizada del país. Gracias a dicha herramienta se puede controlar la velocidad de avance de la máquina; la rotación y apertura de los órganos de trilla; las revoluciones de los rotores de separación; la apertura de las cribas superiores e inferiores; o también regular la potencia necesaria para el motor, lo que hace posible que el combustible sea aprovechado al máximo.

Además del potente motor Mercedes-Benz (de 551/598 CV y 620 HP), Mochi remarca la gran capacidad de trabajo de la máquina, con la que puede llegar a cosechar unas 100 hectáreas diarias gracias a su plataforma draper de 47 pies. El DRAPER HERA puede trabajar adherido al suelo, ya que posee tambores de alimentación sincronizados y flexibles en lugar de una lona central. El cabezal es de fabricación nacional y ha sido especialmente diseñado para reducir las roturas de los equipos y también evitar la pérdida de granos.

“De la Lexion nos interesó además su sistema de orugas TERRA TRAC, con el que logramos reducir en un 40% la compactación del suelo. También ahorramos mucho tiempo de trabajo, ya que podemos hacer grandes distancias entre un lote y otro sin la necesidad de cambiar duales a cada rato”, asegura el productor que trabaja unas 1800 hectáreas, entre campos propios y arrendados, repartidas en los departamentos de Río Segundo y Río Primero.

El particular interés de Mochi por la tecnología de punta lo ha llevado muchas veces a confiar en Claas. Hace 10 años, y luego de mucho esfuerzo, decidió dar el gran paso y dejar de trabajar con cosechadoras chicas. Así fue como en 2007 compró una MEGA 370. Cuatro años más tarde incorporó una Lexion 580, que en 2016 cambió por la 780.

En la actualidad, Mochi se muestra más que satisfecho por el desempeño y rendimiento que ha cosechado con la Lexion 780. “Para nosotros significó un gran aporte“, resume el productor sobre la máquina con la que ha logrado eficientizar el trabajo, potenciar la productividad, ganar tiempo, ahorrar dinero y alcanzar una mayor sustentabilidad.

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