Siguen creciendo los cultivos transgénicos

En 2014, 18 millones de agricultores cultivaron 181,5 millones de hectáreas de cultivos transgénicos en 28 países. Bangladesh y la berenjena Bt se sumaron a la lista. Así lo señala el informe  del Servicio para la Adquisición de las Aplicaciones Biotecnológicas (ISAAA).

En 2014 se cultivaron 181,5 millones de hectáreas de cultivos transgénicos o genéticamente modificados (GM) en todo el mundo, 6 millones más que en 2013. Así lo señala el informe publicado hoy por el Servicio para la Adquisición de las Aplicaciones Biotecnológicas (ISAAA, por sus siglas en inglés). Con la incorporación de Bangladesh, fueron 28 los países que sembraron transgénicos, de los cuales 20 son países en desarrollo y 8 son industrializados. 

Desde 1996, más de 10 cultivos fueron autorizados para comercialización, incluyendo commodities como soja, maíz y algodón y también frutas y hortalizas, como papaya, zapallo, berenjena y papa. Las características introducidas van más allá de la tolerancia a herbicida y la resistencia a enfermedades e insectos, incorporando también otros rasgos importantes para el productor y el consumidor, como la tolerancia a sequía y mejoras en la calidad. De esta manera, los cultivos GM contribuyen a la sustentabilidad de la agricultura y son clave para responder a los desafíos que plantea el cambio climático. 

Según el informe, Estados Unidos continúa liderando la producción de transgénicos con 73,1 millones de hectáreas y registrando también el mayor crecimiento (un 4% más) desde 2013. El informe también describe los principales beneficios que brindan los cultivos transgénicos, destacando el aumento significativo de los ingresos de los productores de escasos recursos. La información disponible muestra además que el uso de cultivos GM en el período 1996-2013 incrementó la producción en 133 mil millones de dólares, entre 1996 y 2012 disminuyó el uso de insecticidas considerablemente (unos 500 millones kg menos de ingrediente activo) y en 2013 disminuyó las emisiones de dióxido de carbono, lo que es equivalente a retirar 12,4 millones de autos de las calles. Estos hallazgos son consistentes con el meta-análisis realizado por los economistas alemanes Klumper y Qaim (2014), que concluyen que la tecnología, en promedio, ha reducido el uso de insecticidas en un 37%, aumentado los rendimientos en un 22% e incrementado los ingresos de los agricultores en un 68% durante los 20 años de adopción.

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