Manejo de las verduras de hoja

Los meses de otoño son aquellos donde las verduras de hojas comienzan a sembrarse en las diferentes huertas del país. Algunas de ellas son la espinaca, radicheta, acelga y ciertas variedades de lechuga. Para que el cultivo pueda transcurrir sano todo su periodo de crecimiento es particularmente importante lograr una correcta siembra así como un adecuado manejo integrado de plagas durante el ciclo de crecimiento del mismo.

El Dumping off es una de las enfermedades, generada por distintos hongos, que produce la pudrición de las semillas o plántulas, antes y luego de la emergencia. La misma se ve favorecida por suelos húmedos y fríos, con fertilizaciones nitrogenadas excesivas. Las plántulas son susceptibles a estos agentes en las primeras tres semanas posteriores a la germinación. Es importante, para evitar la incidencia de esta enfermedad, la prevención. Controlar los almácigos y la tierra que se utilice para ellos, en algunos casos se deberá realizar la desinfección del mismo y principalmente utilizar semillas de alto poder germinativo y tratadas con Curasemillas, registrados en el SENASA para su utilización en estos cultivos.

Otras enfermedades fúngicas que afectan al cultivo de hojas son la pudrición del cuello (Sclerotinia sclerotiorum) y mildiú (Bremia). La primera se caracteriza por comenzar a afectar las hojas basales viéndose marchitas, y una podredumbre acuosa en la corona; mientras que la segunda se caracteriza por la aparición de manchas cloróticas delimitadas por las venas de las hojas. Ambas enfermedades se transmiten por las gotas de agua y viento por lo cual es importante controlar que el riego no sea excesivo. Se ven favorecidas también por condiciones de temperatura templada y alta humedad, se recomienda estar especialmente atento cuando se den estas condiciones en el cultivo. Para detectarlas en el monitoreo, además de los síntomas, se puede visualizar el micelio blanco del hongo sobre las hojas afectadas. Cuando se encuentren individuos con estas características se recomienda consultar a un profesional y realizar aplicaciones con fungicidas verificando que los mismos se encuentren inscriptos en el SENASA para su uso en el cultivo al cual se va a utilizar. Respetando las condiciones de uso del mismo, establecidos en la etiqueta del producto, así como su período de carencia y reingreso en el caso que lo hubiere.

En relación a las plagas animales que pueden afectar los cultivos de hojas, pueden mencionarse como más importantes los pulgones y los trips ya que estas dos plagas, además de causar daños directos al cultivo, son transmisores de virus que pueden generar importantes pérdidas en él. Condiciones de altas temperaturas favorecen el desarrollo de ambas plagas. Se recomienda realizar monitoreos frecuentes (2 veces por semana), durante todo el ciclo de crecimiento del cultivo, visualizando el interior de la corona de las plantas así como en la parte basal de las mismas donde pueden agruparse los pulgones. En el caso de los trips pueden visualizarse manchas plateadas generadas por la picadura que realizan. También pueden utilizarse trampas adhesivas azules para trips y amarillas para pulgones.

Cuando se detecte la presencia de estos insectos durante el monitoreo, se recomienda realizar aplicaciones con insecticidas registrados para el uso en el cultivo de hoja. En todos los casos que se decida realizar un control de la plaga, se deberá tener en cuenta el período de carencia, que nos indica cuantos días antes de la cosecha puedo aplicar los productos para lograr que la presencia de residuos esté por debajo de los limites legislados y, de esta manera lograr alimentos inocuos. En cuanto a la pulverización, esta se debe realizar con la presión y volumen de agua necesario, respetando las dosis indicadas en la etiqueta del producto e ir rotando los principios activos durante el ciclo a fin de evitar la generación de resistencia.

El Manejo Integrado de Plagas (MIP) tiene en cuenta el conocimiento de las adversidades que afectan a nuestros cultivos, así como un correcto monitoreo, lo que permitirá prevenir la incidencia de las mismas y tomar decisiones acertadas para disminuir los daños que puedan causar. Siempre que respetemos las indicaciones de la etiqueta de los productos y las buenas prácticas agrícolas podremos garantizar que el cuidado con productos para la protección de cultivos se realice de una manera responsable y eficaz, cuidando nuestros cultivos, pero también la sociedad y el medio ambiente. (Casafe)

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