La oportunidad de crecer

La ganadería bovina tiene grandes posibilidades. La oferta de pasto, la creciente demanda mundial, las buenas prácticas y la tecnología son algunas de las claves.

Si tenemos una demanda importante asegurada, tenemos que ver de qué manera responder, siendo uno de los pocos países en condiciones de crecer. Debemos pensar cómo abastecer esa demanda creciente y constante. Ante esto, la producción ganadera argentina tiene dos cuestiones fundamentales:

  • aumentar el índice de destete
  • el peso medio de faena.

Hace más de 40 años que el porcentaje de destete no supera el 63%. La región pampeana tiene la mayor cantidad de vacas y muestra un 73% de destete, pero el NEA tiene 48%, el NOA 51%, 50% en región semiárida y 52% en Patagonia. Cuando se analizan las causas surgen algunas cuestiones tecnológicas que no se manejan bien: el 50% del rodeo nacional no tiene servicio controlado, sólo el 48% tiene diagnóstico de preñez, se revisan el 20% de los toros. Desde una mirada positiva, hay una enorme oportunidad para crecer utilizando estas herramientas. Cuando nos comparamos con países que tienen situaciones productivas parecidas a las nuestras, o incluso mucho más difíciles, como Australia, que tiene un 78% de destete; o EE.UU. donde la cría es a cielo abierto y con varios meses bajo la nieve, y tiene 87%, vemos que tenemos muchas posibilidades de crecer.

Otro aspecto a considerar para crecer en producción es el peso medio de faena, en nuestro caso es de 225 kg, mientras que Uruguay y Australia, con sistemas parecidos, están en 250 kg.

El principal problema de la producción ganadera argentina es la oferta de pasto: ¡NO ALCANZA

A partir de la información satelital, hoy podemos conocer la oferta de forraje -tanto natural como cultivado- a nivel nacional, que es de aproximadamente de 38,7 millones de raciones. Para obtener el destete actual del 62% hay una demanda de 36,6 millones de raciones, que es sólo un 5% inferior a la oferta que tenemos. Esto significa que cuando viene una sequía la comida no alcanza, como pasó en 2008-2009 donde tuvimos un 55% de destete. Y para tener un destete del 75-80%, la demanda de pasto es de 39,2 millones, es decir está muy por encima de la oferta actual.

El problema más importante que tiene la ganadería argentina es que falta pasto para mejorar los índices de destete. Pero, ¿por qué pasa esto desde hace tantos años? Mi hipótesis es que los profesionales asesores del sector ganadero (agrónomos, veterinarios) creemos que la mayoría de los productores busca la máxima renta, pero la experiencia indica que en realidad una cantidad muy importante busca el menor costo y un esquema de supervivencia. Así como el hombre urbano busca acumular dólares como defensa ante la inflación y la inestabilidad crónica de nuestro país, el productor agropecuario busca acumular vacas, independientemente de que tenga pasto o no.

Hay que romper un paradigma: no aconsejarle que tenga menos vacas sino incentivarlo a que tenga más pasto.

El pasto sigue siendo muy importante, incluso luego de la aparición de los corrales para engorde. Este sistema de feed lot está hoy bien establecido en nuestro país y la producción actual no tiene nada que ver con la de 20 años atrás. Pero la etapa de corral abarca sólo los últimos tres meses. En un trabajo del Ing. Aníbal Pordomingo, del INTA, se ve que la energía necesaria para lograr un novillo terminado a grano en los últimos 60-90 días proviene en un 90% del pasto, independientemente del peso y de la eficiencia reproductiva. El pasto es fundamental, no hay forma de tener un sistema donde se solucionen con granos los problemas estructurales de alimentación de la ganadería argentina. Sin un aumento de la producción de pasto, que es el ingrediente más barato, no vamos a poder crecer ni aprovechar la situación que nos presenta el mundo. Cambiarán las especies de pastos según las regiones del país, pero en todas hay posibilidades de tener una mayor producción a través de una mejor alimentación.

Fuente: Fundación Producir Conservando

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