La demanda mundial de harinas proteicas empieza a superar a la producción

El fuerte crecimiento en la producción de harinas proteicas que hace bajar el precio de estos productos. Para la actual campaña (2015/2016) Oil World  estima que la producción mundial podría llegar a 328,8 millones de toneladas, lo cual sería un record histórico. En los últimos cuatro años, la producción mundial vino creciendo más fuerte que los consumos. Pero en la presente campaña, las cosas cambiarían: ell consumo (liderado por países como China, Unión Europea, Estados Unidos, Brasil e India) podría incrementarse en un 3,2% mientras que la producción mundial lo haría al 2,5%. Si esto se consolida en los próximos años, podrían reducirse los stocks y subir los precios de las harinas oleaginosas. Esta es una buena noticia para Argentina.

Otras dos buena noticias son: a) que los principales países consumidores de harinas oleaginosas vienen consumiendo más, año tras año; b) que la Unión Europea -principal importador mundial de harina de soja local y principal mercado para Argentina- viene aumentando sus importaciones paulatinamente. Está comprando casi 2 millones de toneladas más que hace 4 años.

La harina de soja es el principal producto de esta categoría con 215,45 millones de toneladas. Tiene una participación aproximada del 65% en el total de la producción mundial de harinas oleaginosas y crece -año tras año- su importancia en el concierto productivo de este sector de harinas. Es correcto afirmar que Argentina es el principal exportador mundial de “la harina oleaginosa más relevante a nivel mundial en cuanto a producción y consumo”: la de soja. Un dato interesante es que el mundo consumiría este año cerca de 35 millones de toneladas más de harina de soja que hace 5 años atrás. Se trata de un muy buen indicador para darnos aliento respecto de la posibilidad de mejores precios futuros.

En esta nota analizaremos la situación del mercado mundial de harinas oleaginosas. Se trata de un mercado estratégico para la República Argentina, ya que nuestro país es un importante productor mundial de poroto de soja y semilla de girasol, contando además con uno de los complejos industriales oleaginosos más modernos y avanzados del planeta.

La Harina de soja es un producto fundamental para la Balanza Comercial Argentina, como ya hemos visto en repetidas ocasiones. Es el principal producto de exportación de la República Argentina. Las exportaciones nacionales en el año 2014 alcanzaron -por todo concepto- los 71.935 millones de dólares estadounidenses, en tanto que las ventas de harina de soja al exterior representaron aproximadamente 12.577 millones de dólares, un 17,4% del total. 

Empezamos con el mercado mundial de harinas oleaginosas. Es importante destacar que cuando hablamos de harinas oleaginosas estamos sumando los datos de oferta y demanda de los siguientes productos: harina de soja, de colza, de algodón, de maíz (gluten meal y gluten feed), de almendra de palma, de maní, de pescado y otras de menor relevancia).

De confirmarse las previsiones de Oil World Statistics para la campaña 2015/2016 (ciclo que en el que estamos transitando), la producción mundial de harinas oleaginosas podría registrar un aumento del 2,5% respecto de la campaña anterior. Como puede observarse en el cuadro N°1, en la campaña 2014/2015 la producción mundial de harinas oleaginosas habría alcanzado las 320,7 millones de toneladas. Para la actual campaña (2015/2016) Oil World Statistics estima que la producción mundial podría llegar a 328,8 millones de toneladas, casi 8 millones de toneladas más que en el ciclo anterior (2014/2015). Hace cuatro campañas atrás (en la 2012/2013), la producción mundial de todas las harinas oleaginosas era de 291,8 millones de toneladas. En consecuencia, hoy estaríamos teniendo casi 36 millones de toneladas anuales más de producción mundial que hace 4 campañas. Si evaluamos las últimas cinco campañas, el mundo dispone este año de un 12% más harinas oleaginosas que hace 5 años atrás. Este indicador es importante para entender porqué baja tanto el precio de la harina y pellets de soja a nivel internacional. Más producción, más oferta, consumo creciendo por debajo de la producción implica menores precios.

Vamos a centrarnos en la evolución de la producción y el consumo mundial. Precisamente este último aspecto es el que queda evidenciado en el cuadro N° 2 donde mostramos la hoja de balance de las harinas oleaginosas en el mundo. En los últimos cuatro años, y comparando en forma interanual las campañas 2015/2016 (estimada) y la 2012/2013, la producción mundial creció un 12,7% en tanto que los consumos se incrementaron un 12,2%. En este período, aunque levemente, la producción fue creciendo más que los consumos. Pero si miramos la evolución prevista para este año con respecto al anterior, el consumo (liderado por países como China, Unión Europea, Estados Unidos, Brasil e India) podría incrementarse en un 3,2% mientras que la producción mundial lo haría al 2,5%. Esto estaría indicando que la fuerte baja en los precios internacionales de las harinas estaría alentando una suba de la demanda. Es un síntoma de que el consumo podría estar empezando a crecer más fuerte que la producción. Si esto se consolida en los próximos años, se estaría revirtiendo la tendencia reflejada en los últimos cuatro años donde la producción corría más rápido que el consumo.

Aclaremos que este indicador no da como para hacer sonar pitos y matracas y armar un carnaval. Este año habría 8 millones más de producción de harinas con un consumo adicional de 10 millones, todo esto sobre una producción total de 328 millones. Son dos millones de tn. adicionales de consumo. Es algo poco. Pero si esto se consolida en los próximos años, podríamos llegar a un punto donde gradualmente se vayan reduciendo los stocks finales, con mejoras en los precios internacionales de las harinas oleaginosas.

Para ver si este escenario podría llegar a concretarse, evaluemos en el cuadro N°3 como vienen consumiendo en los últimos cuatro años los principales países o bloques que utilizan fuertemente en sus mercados internos harinas oleaginosas. Ellos son China, Unión Europea, Estados Unidos y Brasil. En dicho cuadro se ve que los cuatro principales países vienen consumiendo más harinas oleaginosas, año tras año. Esta es una buena noticia para Argentina. En el caso de China, principal consumidor mundial de harinas oleaginosas con casi 78 millones de toneladas estimadas para el presente ciclo, estaría utilizando en el mercado interno cerca de 8 millones de toneladas más que en la campaña 2012/2013.

La Unión Europea, importante comprador de harina de soja de Argentina, consumiría en esta campaña cerca de 4,2 millones de toneladas más que hace 4 años. Pasaría de 56 millones de toneladas consumidas en el 2012/2013 a 60,2 millones de tn este año. Estados Unidos, en igual período, estaría consumiendo cerca de 3,2 millones de toneladas anuales más que hace 4 años atrás.

Brasil lo mismo: 3 millones de toneladas adicionales al pasar de 15,5 millones de tn. en el 2012/2013 a 18,3 millones en la actual campaña.

En síntesis, está previsto que en la actual campaña China, Unión Europea, Estados Unidos y Brasil consuman -en conjunto- 19 millones de toneladas más que hace 4 años. Este es un buen indicador para un país como el nuestro, principal exportador mundial de harina de soja. Si bien Estados Unidos y Brasil compiten con Argentina en este mercado, que estos países aumenten su demanda doméstica permite que tengan menores saldos exportables, beneficiando a nuestro país que tiene una clara orientación hacia los mercados externos.

También en el cuadro N°3 analizamos cómo vienen creciendo las importaciones mundiales de harinas oleaginosas y cómo evolucionan las compras de los principales países importadores. Nos referimos a la Unión Europea (EU 28), Indonesia, Corea del Sur, Norte de África, Estados Unidos y Tailandia. Como buena noticia para Argentina, quien le vende a la Unión Europea harina de soja local, este bloque- que es el principal importador a nivel mundial- viene aumentando sus importaciones año tras año.  Está comprando casi 2 millones de toneladas más que hace 4 años. El resto de los países muestran comportamientos dispares. Crecen sus compras en el exterior en algunos años y bajan en otro. Pero la UE 28 muestra un crecimiento permanente, donde en el actual ciclo podría estar comprando un 3,2% más que el año pasado.

Recordemos que Argentina vende su producción de harina de soja a una gran variedad de destinos a nivel mundial. Hay más de 60 países compradores, donde ninguno de ellos compra más del 10% del total de las exportaciones argentinas de harina de soja. De todos modos, los países que más le compran a Argentina son los europeos, entre ellos Holanda, Italia, España, Polonia, Inglaterra etc. Por tal motivo, el crecimiento en el consumo de harinas oleaginosas en la Unión Europea es un buen dato para Argentina.

Finalmente y como hemos resaltado en otras notas, del cuadro N°1 podemos ver la importancia que adquiere la producción de harina de soja en el total de harinas oleaginosas a nivel mundial. Si analizamos los datos de la campaña actual que estamos transitando (2015/2016), de una producción mundial estimada de 328,8 millones de toneladas de todas las harinas; la harina de soja es el principal producto de esta categoría con 215,45 millones de toneladas. Tiene una participación aproximada del 65% en el total de la producción mundial de harinas oleaginosas. Hace 2 años atrás, esta participación relativa de la harina de soja era del 61%, lo que revela que crece -año tras año- su importancia en el concierto productivo de este sector de harinas.

De allí que es correcto afirmar que Argentina es el principal exportador mundial de “la harina oleaginosa más relevante a nivel mundial en cuanto a producción y consumo”, que es precisamente la “harina de soja”.

Si miramos en el cuadro N°1, los dos tipos de harina que le siguen a nivel productivo (la de colza y algodón) veremos que estos dos productos no crecen en sus producciones con la misma fuerza como lo hace la harina/pellets de soja. La harina de colza -que ocupa el segundo lugar en el ranking- tendría en la presente campaña una producción más baja que en el ciclo anterior (2014/2015). Bajaría un 4,4% en términos interanuales, llegando en el 2015/2016 a 35,8 millones de toneladas (si se cumplen las previsiones). En tanto que la harina de algodón viene con una producción en descenso. En el 2015/2016 llegaría a producirse cerca de 18,7 millones de toneladas, un 10% menos que el año pasado y un 13% menos que hace 5 años.

Como vemos, es la harina de soja la que tracciona el crecimiento del mercado de harinas oleaginosas. El resto crece suavemente o cae respecto de las producciones de hace 5 campañas atrás. Se ve claro en el cuadro N°1.  

Finalmente analicemos la harina de soja. Si las previsiones de Oil World Statistics para la actual campaña 2015/2016 se cumplen, la producción mundial estaría registrando un aumento de casi 11 millones de toneladas respecto de la campaña anterior. En el ciclo actual llegaríamos a una producción mundial de 215,4 millones de toneladas, verdadero record histórico. El consumo de harina de soja crecería este año más fuerte que la producción, lo cual es favorable para nuestro país.

Un dato interesante es que el mundo consumiría cerca de 35 millones de toneladas más de harina de soja que hace 5 años atrás (hoy 215,3 millones de tn. versus 179,8 millones en el ciclo 2011/2012). Se trata de un muy buen indicador para darnos aliento respecto de la posibilidad de mejores precios futuros.

Pero el aspecto preocupante está en la evolución de los stocks finales a nivel mundial de harina de soja. En las últimas cinco campañas, no dejan de subir como puede verse en el cuadro N°4. Es el reflejo de las muy buenas producciones de poroto de soja a nivel mundial que se traducen en mayores cantidades de harina/pellets. Y los precios en Chicago reflejan con toda crudeza esta mayor oferta y disponibilidad de este producto. La posición más cercana en ese mercado (Marzo 2016) cerró el jueves en 287,70 U$S/tn, el valor más bajo registrado desde Julio del 2010.

El 15 de Enero de este año en una nota de este informativo titulada “Argentina sufre por el precio de la harina de soja, pero podemos estar peor” señalábamos que los precios podían seguir bajando. Y, lamentablemente, no nos equivocamos. El 12/1/2016 la posición más cercana en Chicago en los futuros de este producto cotizaba en 302,8 U$S la tonelada. Hoy está en torno a los 287 U$S/tn. No obstante ello, creemos que es bueno mirar el mercado de harinas oleaginosas y, específicamente el de harina de soja, buscando fundamentos positivos que nos hagan vislumbrar un cambio favorable en las tendencias. Que el mundo consuma hoy 35 millones de toneladas más de harina de soja que hace 5 años atrás es un buen elemento para pensar en mejores precios futuros y en un mercado diferente.  

Autor: Julio Calzada – BCR

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