La clave para sortear la coyuntura

Mejorar los índices de producción y buscar herramientas de comercialización y asociativismo que permitan percibir un mayor ingreso

Las condiciones para producir cerdos en nuestro país desde la sanidad, la genética, y la nutrición nos permiten poder trabajar tranqueras adentro con objetivos de producción elevados y altos niveles de eficiencia, en algunos casos con valores superiores a los que se desarrollan en el contexto internacional.

Sin embargo encontramos grandes diferencias en las distintas provincias principalmente productoras de cerdos en algunos costos que afectan en mayor y menor medida a la producción y que están completamente ajenos a los productores.

El primer caso es el costo de las guías para el movimiento de los animales, encontramos casos donde este costo es 0, como en la provincia de Santa Fe, y en la provincia de Buenos Aires y Córdoba se llegan a cobrar hasta 30 pesos.

Lo más lamentable de esto es que la recaudación que se genera no es visualizada en inversiones que mejoren los caminos o las obras de hidráulica para evitar inundaciones, problema que han sufrido muchos productores.

Por otro lado, se encuentra el costo de Kw de los servicios eléctricos, si bien la diferencia de este valor no es muy elevada si lo es la de los impuestos que se cobran sobre las tarifas de consumo, llegando a alcanzar valores de entre el 50% y el 80%.

Por último, el costo de flete de los animales a faena refleja una variación de hasta un 25% entre provincias y localidades en el costo de $/km, sufriendo mayor impacto aquellos establecimientos que se encuentran a mayor distancia de los frigoríficos, los cuales están muy concentrados, teniendo en algunos casos fletes de más de 600 km para trasladar los animales.

Análisis actual

Un sistema de producción animal como la actividad porcina insume un gran volumen de cereales para la alimentación, representando ésta cerca del 60% del costo de producción.

Dentro de los demás gastos específicos podemos mencionar la mano de obra, las amortizaciones, los insumos para controlar la sanidad, inseminación artificial, genética, servicios, fletes, tarifas y varios costos financieros.

El costo de producción se encuentra íntimamente relacionado con algunos parámetros productivos que determinan la eficiencia de un sistema de producción porcina, esto es así debido a que considerando que por cada cerda la nutrición y alimentación (mayor % del costo) va a estar dirigida a lograr alcanzar su máximo potencial genético expresado en número de capones por madre por año debemos acompañarlo con estrategias de manejo y sanitarias a fin de generar una dilución mayor del costo de alimentar a esa cerda por un número superior de lechones.

En segundo lugar se encuentra el peso de venta que junto a la cantidad de capones por madre por año nos da idea de cuantos kilogramos de cerdo vivo comercializamos por madre y por año.

Dicho parámetro merece una evaluación particular de cada establecimiento debido principalmente a que la toma de decisión de aumentar el peso de faena está relacionado de forma directa con el precio del alimento, ya que los animales a medida que crecen son menos eficientes en conversión, las plazas disponibles dentro de las instalaciones y la amortización de las mismas, y por último la comercialización de los animales, tanto el precio al cual se venden y el destino.

La conversión alimenticia global del establecimiento, parámetro que depende mucho de la calidad del alimento al que acceden los animales, tanto en parámetros físicos (granulometría) como en químicos trabajando a nivel de los requerimientos nutricionales en cada etapa de desarrollo del sistema productivo.

El diseño y la disponibilidad de comederos también influyen de forma directa sobre la conversión.

En nuestro país existen muchas diferencias respecto a estos parámetros de producción asociados principalmente los niveles de tecnología aplicada, la escala del sistema productivo y la capacidad empresarial y técnica presente en cada establecimiento.

A continuación desarrollamos un análisis de costos de producción para un establecimiento de escala media, con 100 madres en producción, pero con dos situaciones particulares respecto a los parámetros de eficiencia.

Para ello se tomaron las siguientes consideraciones:

– Los valores promedio de las materias primas macro se tomaron de la Bolsa de Cereales de Rosario, y se consideró un presupuesto para un programa de alimentación estándar de nivel nacional.

– Los salarios se tomaron considerando dos empleados para la explotación.

– Los gastos de genética surgen de una reposición externa con la compra de

cachorras en mercado por un 40% de reposición anual.

– La sanidad se calcula a partir de información recibida de granjas asociadas y empresas que brindan servicios e insumos.

– Las amortizaciones se calculan a partir de una inversión de USD 4.500 por madre con una vida útil de 20 años.

– La energía se estima a partir de valores de costo del Kw y Kg de gas envasado brindados por nuestros asociados.

– El flete se calcula a partir de valores promedios brindados por nuestros

asociados y una distancia a frigorífico promedio de 400 km.

En el primer caso, una granja comercial con una productividad de 20 capones/madre/año, con un peso de faena de 110 kg y una conversión global de 3,22:1.

En el segundo caso, una granja comercial con una productividad de 24 capones/madre/año, con un peso de faena de 110 kg y una conversión global de 3,02:1.

Analizando los datos expuestos anteriormente podemos observar cómo se diluyen aquellos costos fijos debido a la mayor productividad del establecimiento, principalmente la mano de obra y las amortizaciones, tomando una representatividad mayor el costo de alimentación en la distribución por porcentaje, pero al analizar el costo por kg se observa una disminución como consecuencia de una mejora en los valores de conversión y la cantidad de capones por cerda por año

En conclusión, podemos mencionar que ambos índices productivos definen el estar dentro o fuera de la actividad en el largo plazo. Es una realidad que la tendencia del sector es hacia una concentración de la actividad de mayor escala y una competitividad cada vez más predominante.

Por lo tanto, dirigir todas las acciones a mejorar los índices de

producción y a buscar herramientas de comercialización y asociativismo que permitan percibir un mayor ingreso permitirá a los productores de cerdos atravesar las crisis con menor riesgo de quedar fuera del negocio.

Fuente: AAPP

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