El mercado pone condiciones

Nuestros compradores de legumbres ponen regulaciones mucho más exigentes respecto a límites máximos de residuos de fitosanitarios

Durante la jornada de actualización sobre legumbres, organizada días atrás por la Cámara de Legumbres de la República Argentina y llevada a cabo en hotel Sheraton de Salta, especialistas analizaron los desafíos productivos para cumplir los estándares internacionales que exigen menores residuos de fitosanitarios en los alimentos.

“Las legumbres no son una commoditie: se destinan a consumo humano. Por eso nuestros principales clientes tienen regulaciones mucho más exigentes en lo que se refiere a límites máximos de residuos de fitosanitarios”, indicó Martina Serrano, responsable de Calidad de la firma Cono S.A., durante la jornada.

Junto a los Ing. Agr.  Miguel Torino y a Santiago Bordieu, Serrano formó parte de un panel de manejo de cosecha que brindó algunas pautas clave a tener en cuenta para enfrentar este desafío de que los alimentos lleguen a la mesa de los exigentes consumidores extranjeros sin lo que ellos consideran “contaminantes”.

“No vengo a decir no apliquen. Pero sí que hay que ser eficiente. Lo que se aplica se está viendo en las góndolas. Y no está en juego la reputación de una empresa: cuando rechazan un contenedor, lo que observan es de qué país viene. Por un envío mal realizado, se puede complicar el comercio de todos”, enfatizó la disertante cordobesa.

Citó al respecto que el máximo de residuos permitidos para garbanzo, en el caso del glifosato, es de 10 Partes Por Millón (PPM); y se han detectado casos de hasta 28 PPM. En poroto, hace tres años era de 10 PPM y ahora es sólo 2.

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