Dos cultivos con grandes desafíos

Un año que se presenta ideal para evidenciar el círculo virtuoso y el impacto en el ecosistema.

Luego de un 2018 dominado por la sequía y sus secuelas, este año se presenta como una gran ocasión para poner de manifiesto el círculo virtuoso entre las nuevas reglas de juego macro, la inversión en tecnología de los productores y el extraordinario impacto en los rendimientos y la sostenibilidad  de los suelos.

Hoy queda más claro que la cadena del maíz y del sorgo en la Argentina tiene un gran desafío por delante: crecer y agregar valor, con orientación exportadora, en todos sus eslabones. La producción y oferta de tecnologías de siembra; las prácticas sustentables en la producción primaria; el agregado de valor en condiciones de calidad para la exportación; la producción y exportación de carnes, y el consumo creciente de bioetanol y sus derivados se encuentran supeditados a la capacidad y habilidad de la cadena de lograr una política común de internacionalización. La exportación de bienes y servicios del maíz y del sorgo es una condición ineludible para agregar valor y alcanzar niveles de desarrollo sostenibles con visión de largo plazo.

El Congreso Maizar 2019 buscará identificar y examinar estos desafíos para promover el debate de un horizonte de expansión internacional sostenible. Además, como en los últimos doce congresos, habrá diversos paneles para encarar otros temas, como tecnologías aplicadas a los cultivos, manejo integrado de resistencias, nuevas fronteras del maíz, los desafíos para el cultivo de sorgo, innovaciones, bioenergías, factores de competitividad, gestión del riesgo, los agronegocios en la era del blockchain y, en un año electoral, propuestas políticas y un análisis económico.

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