Aliados de la producción en todas las escalas

Destacan el impacto que tiene en las empresas agropecuarias la incorporación de herramientas de gestión de la información.

En Argentina, la incorporación de nuevas tecnologías en los establecimientos productivos está avanzando. Este proceso requiere en parte, un cambio de paradigma interno de las empresas agropecuarias, y un modelo organizacional con foco en los procesos que busque la eficiencia, productividad y rentabilidad de las actividades.

Actualmente el productor cuenta con diversas herramientas que le permiten hacer más eficiente y sustentable sus planteos productivos. Una de ellas es albor Campo, el software de gestión de Albor, que ayuda a la toma de decisiones y reducción de riesgos para los productores, asesores y administraciones que desarrollen actividades de agricultura, ganadería, tambo, y explotación forestal. Es una solución que integra todas las operaciones productivas, contables y financieras en una única plataforma de gestión.

“Albor es hoy una empresa posicionada fuertemente en Argentina y en varios países de la región. Nuestro software está diagramado para ayudar fundamentalmente a la gestión del productor agropecuario, en la recopilación de datos, análisis y manejo de la información, y gestión del conocimiento”, comentó Gabriel Pane, especialista de producto de la empresa.

Al respecto destacó que “empresas como las nuestras tienen en sus espaldas una gran cantidad de clientes y lo más importante es el conocimiento que adquirimos como compañía de software de la experiencia de más de 1.000 clientes, que nos enseñan a trabajar y nos permite recopilar en nuestro sistema de gestión las buenas y mejores prácticas del mercado. El gran capital nuestro es el aprendizaje que hacemos con nuestros clientes”.

Respecto de cómo se inicia la implementación de un sistema de gestión en una empresa agropecuaria, Pane precisó que “deben tenerse en cuenta tres cosas muy importantes: que el sistema se adecue a las necesidades de la empresa, definir ciertos procesos de trabajo en la gestión del cambio y entender la estructura de la empresa. No existe una gran complejidad asociada a manejar un sistema como albor, siendo particularmente esencial tener reglas claras a escala de la empresa: una más grande tendrá procesos más complejos y una chica, procesos mucho más simplificados”.

Sobre el prejuicio de muchos productores chicos que suponen que estos sistemas de gestión son sólo alcanzables por sus colegas más grandes, Pane comentó que es clave definir procesos simples y sencillos para empresas de esa envergadura, para que simplifiquen la tarea. “Por eso es clave el proceso inicial, donde la empresa nos conoce y nosotros tenemos que conocer cómo funciona la empresa, para así poder implementar procesos acordes a ella”, concluyó el especialista.

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