Se agita la controversia por vendedores callejeros

La venta callejera busca abrirse camino en Rosario a la sombra de la oposición de variados sectores que apuntan a la complejidad de la cuestión y denuncian irregularidades de la actividad de forma generalizada.

A inicios de esta semana, el representante local del Sindicato de Vendedores Ambulantes de la República Argentina (SIVARA), el cantante bailantero Alberto “Beto” Ribadero, comunicó que se encuentran trabajando para lograr que la Municipalidad formalice la actividad de las ferias en la ciudad, y con ello, la situación de los vendedores callejeros.

“Hemos comenzado a tener un acercamiento para que se comiencen a regular las ferias para que sean una alternativa de compra para la gente”, apuntó el dirigente. Y siguió, “la idea es que la Municipalidad las habilite y cobre un canon como lo hace con la venta ambulante de calle San Luis y en el centro (…) Pedimos que las ferias entren dentro de esa ordenanza (que regula la venta ambulante Nº7703) que regulan las cosas que se pueden vender”.

Según “Beto” Ribadero, “Buenos Aires es un espejo de Rosario”, en tanto, la venta ambulante corre peligro de desbordarse; haciendo necesario que los actores se sienten en una mesa a tratar el tema. “Si ponemos un poquito de compromiso todos, me refiero a la Cámara de Comercio y la Municipalidad se le puede encontrar un buen final”, aseguró.

Con reparos

Desde la Asociación Casco Histórico de Rosario plantean un panorama completamente diferente, que, en parte, tiene que ver con la trayectoria de la problemática.

Tiempo atrás, comerciantes  denunciaron prácticas irregulares por parte de la representación de los vendedores callejeros apuntando que, la anterior cara visible, Jesús Lazzarini, regenteaba las habilitaciones municipales de los locales y les cobraba a los puesteros.

“Sabemos que el anterior regente de la venta callejera en el centro fue desplazado, seguramente por algún acuerdo político, para legitimarlo al nuevo (Beto Ribadero) como interlocutor”, comentó Fabio Acosta, presidente de la Asociación Casco Histórico. Y ahondó, “a este sindicato  lo metieron por la ventana hace 15 días, nosotros no sabíamos de su existencia salvo en Mar del Plata (…) Se hace de una manera sospechosa, porque ya había ciertos grupos que estaban trabajando en avanzar sobre este asunto y los están desplazando”.

Si bien Acosta entiende que se debe trabajar en la cuestión, pide que no sólo se observe la situación de las ferias, sino del comercio callejero radicado en el centro y regulado por la Municipalidad, en tanto, se encuentran reconocidos “con un criterio que desconocemos”.

“No estamos de acuerdo en que no se tengan en cuenta intereses preexistentes, como los de los comerciantes de la zona”, aseveró Acosta.

Desborde

Por su parte, el concejal Carlos Cardozo también apuntó a la situación general de la venta callejera en Rosario, haciendo referencia a lo que sucede en el microcentro. “Lo que pasa en calle San Luis, entre Paraguay y San Martin está desbordado. La Municipalidad lo sabe y no hace nada”, consideró.

Y siguió, “nosotros entendemos las situaciones,  el tema no es ir contra los trabajadores sino contra las organizaciones que están detrás (…) Lo de calle San Luís no tiene carácter social, como si lo tienen algunas ferias barriales”.

Lo que dicen los empresarios

Mientras la Asociación Empresaria expresó que está dispuesta a “escuchar” a los vendedores callejeros, algunos empresarios llaman la atención sobre la complejidad que supone el tema.

“Una cosa es el mantero que lo hace por estricta necesidad, otra son las organizaciones que aprovechan una supuesta formalidad para pasar productos ilegales, que son robados o que son fruto de fraude marcario”, apuntó un empresario a micrófono cerrado. Quien sumó otro detalle: “Acá existen un montón de variantes, desde el puestero que tiene protección y paga por el espacio, hasta los vendedores africanos, bolivianos o de otros países que se corridos sistemáticamente por la Municipalidad”.

“Hay que tener cuidado en cómo se piensan las soluciones, porque no estamos hablando de la atención de un caso particular sino de una regulación para un grupo de personas con variados intereses”, subrayó un asesor de una entidad empresarial.

REDACCIÓN ON24

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