¿Lo conocés?…está en Rosario

La Ente Turístico de Rosario (ETUR) está desarrollando una necesaria tarea sobre las joyas arquitectónicas de la ciudad.

Para los rosarinos se trata de un “re descubrimiento” de lo conocido, y para los turistas la confirmación de que vale la pena visitar la ciudad.

Dentro de las atracciones arquitectónicas de Rosario, el Club Español, enclavado en el casco histórico del centro, pasa inadvertido en la rutina de muchos.

Declarado Monumento Histórico Nacional, fue inaugurado en 1916 siguiendo las líneas del modernismo catalán. Su fachada, la escalera, el lucernario y sus vitreaux lo convierten en una auténtica joya de la arquitectura local.

A cargo del arquitecto -graduado en Barcelona- Francisco Roca i Simó, la sede del Club Español comenzó a levantarse en 1912 y fue inaugurada el 9 de julio de 1916. En la construcción se reconocen tres partes: la anterior, la central y la posterior, que presentan modos particulares de resolver los espacio. Pero a su vez la organización de las funciones se realiza a partir de un eje longitudinal imaginario que divide la organización de las partes en dos.

Desde el exterior sobresale el imponente juego de volúmenes de la fachada y, al ingresar, no deja de sorprender el espacio en el que se desarrolla la escalera, iluminada por un espléndido lucernario que cubre una superficie de 317 metros cuadrados involucrando los cuatro niveles de la obra.

Formidables trabajos artesanales, tanto en el tratamiento del hierro y el uso de azulejos y mosaicos como en los vitrales (donde la ornamentación juega entre motivos zoomorfos, antropomorfos y heráldicos), realzan las características que convierten a este edificio en un ejemplo arquitectónico verdaderamente singular y pleno de alegorías vernáculas españolas.

Bar y café

El Club Español cuenta con un elegante bar y restaurante abierto al público.

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