“El óptimo para Rosario son tres días”

El gobierno decidió modificar el esquema de feriados y estalló la polémica acerca del impacto sobre los diversos destinos turísticos. Rosario, como parte de este esquema, recibe el cambio sin tono alarmista, en tanto, fines de semanas “largos” de tres días en vez de cuatro, se acercan más al óptimo del perfil de turistas que arriban a la ciudad.

Así lo argumentó Carlos Mellano, referente de la Asociación Empresaria Hotelero Gastronómica de Rosario (Aehgar), que consideró que la medida no resulta perjudicial para la ciudad. “El país es heterogéneo y cada zona tiene su marca turística. Lugares como la costa atlántica o lo costa uruguaya que es compartida por Entre Ríos, les ha caído mal. Pero analizándolo localmente, cuando los fines de semana se hacían tan largos a veces el promedio de turistas no era demasiado importante”, aseveró.

Según el dirigente, al planearse el calendario turístico, el hecho de que existan feriados demasiado extensos desalentaba que los empresarios del sector hotelero gastronómico tomaran compromisos para recibir eventos y congresos, que son una marca particular para Rosario.

“El optimo para poder llegar a la ciudad, conocerla y disfrutarla son tres días”, subrayó Mellano.

Situaciones dispares

Así como existen opiniones encontradas respecto a la conveniencia de tener feriados más o menos largos, dentro del sector existen realidades – muchas veces pasadas por alto- diversas en cuanto al beneficio neto de los fines de semanas largos en materia de turismo. “Cuando hay un feriado largo la hotelería ve el incremento, pero en el tema gastronómico, hay que tener en cuenta que como hay gente que llega, hay muchos rosarinos que se van y eso se siente en los corredores gastronómicos”.

Al tiempo que ejemplificó: “En lo que tiene que ver con congresos y eventos, hay algunos que son de alto impacto para el sector y otros que no. No es lo mismo un congreso de cardiólogos que reservan hoteles de alta gama donde acceden directamente al servicio gastronómico dentro del hotel; que un encuentro pastoral, como el que se espera para octubre, donde vienen 20 mil jóvenes que no sólo llenan la hotelería, sino que hay derrame hacia la gastronomía”.

Lo que falta

Consultado por lo que el sector entiende que le falta a Rosario para apuntalar su perfil turístico, Mellano comentó que el “tema de la conectividad, más allá que se incrementó, sigue siendo una demanda”. Al tiempo que “nos faltan obras de infraestructura que permitan aprovechar mejor el río (…) Y un predio ferial propio, que a la hora de traccionar congresos y eventos estamos en desventaja”.

 

REDACCIÓN ON24

Por Mariano Fortuna

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