El Presidente del Colegio de Farmacéuticos de Rosario, Cándido Santa Cruz, expresó que nunca vivió alguna medida similar aunque intentó explicar el alcance de la medida del Gobierno. Además reconoció la particular y especial conducta de los consumidores ajustándose a los vaivenes monetarios que se plantean y afectan esta industria.
El Ejecutivo obligó a las grandes cámaras a retrotraer los valores al 7 de mayo y mantenerlos congelados 60 días. Las farmacéuticas recurrirán a la Justicia porque consideran “ilegal” la medida
Supuestamente los laboratorios tenían autorizado a través del Gobierno un aumento de alrededor del 4% y que debería realizarse a partir de junio.
Algunos laboratorios no respetaron ese acuerdo en el tiempo y lo implementaron antes. Razón por la cual se está obligando a los laboratorios que retrotraigan ese aumento a mayo.
Es decir que algunos medicamentos tenían un precio hasta el 7 de mayo, y luego variaron.
La amenaza que hacen los laboratorios a través de una medida judicial es porque se niegan a retrotraer los precios. Lo cierto es que tanto las farmacias como los usuarios de medicamentos que compraron con aumento no hay forma que se le devuelva el dinero si el medicamento bajara de precio.
La relación entre el gobierno nacional y las compañías farmacéuticas alcanzó su punto de mayor tensión. La pulseada por el precio de los medicamentos – que comenzó a fines del año pasado a raíz de la embestida inflacionaria que le siguió a la devaluación -, terminó con el quiebre del diálogo, luego de que la Secretaría de Comercio Interior dictaminara parcialmente dejar sin efecto los aumentos que decretaron las empresas en las últimas semanas. El Secretario de Comercio interior, Augusto Costa, además, dispuso que se congelen hasta el 23 de agosto próximo.
Después de 25 años de profesión, Santa Cruz, no recuerda que haya pasado nunca esta situación, que una semana cueste un importe y a la semana siguiente tengan un precio menor.
También llama la atención, que desde hace algún tiempo ya, se vendan medicamentos por “tirita”, que se abra una caja y se vendan sueltos. Lo cual no es aconsejable porque las cajas vienen con las unidades acordes a los tratamientos. Uno compra un envase de 28 comprimidos no porque lo decidan los laboratorios.
Lo cierto es que ha cambiado mucho la situación económica del país, y ya los argentinos no tienen a veces el dinero suficiente para comprar la receta completa.
Ya se buscan alternativas más económicas. Nuestra provincia de Santa Fe, tiene la suerte de ofrecer, y con muy buen criterio, aprobada la ley de “genéricos” con lo cual el farmacéutico puede recomendar al usuario pasar a una opción más económica, con las mismas prestaciones y con la misma seguridad. Aunque se entiende que la gente mayor es más resistente a ese cambio cuando se le receta una marca medicamento específico y cuesta hacer entender que la caja cambia de color y de nombre pero el efecto que se alcanzará será el mismo.
Una cosa a favor, es que hoy no se está teniendo problemas de abastecimiento ni de entrega. Las faltas que puede haber son ocasionales o en algunos casos estacionales pero hay buena cantidad y variedad.
En otro orden, excluyendo las enfermedades estacionales, donde predominan en invierno los antibióticos y descongestivos; los fármacos para tratamientos cardíacos y de presión y de ansiolíticos son los que predominantemente se venden y formarían parte del grupo de fármacos crónicos y de uso cotidiano.
Los laboratorios dicen que la medida del Gobierno es “sorpresiva, arbitraria e ilegal”, “Esconden las verdaderas raíces del problema.
En conclusión, retrotraer los precios, es nuevamente “cosmética” en la economía.
Redacción ON24 – Gentileza Fisherton CNN
