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La mayor inversión privada de la última década

La firma Renova (sociedad de Vicentín y Glencore) inauguró este lunes la planta de aceites y harinas de soja más grande del mundo. La misma fue emplazada en la localidad de Timbúes, Santa Fe, con una inversión de US$ 490 millones.

“Se trata de la planta de aceites más grande del mundo”, dijo a ON24 uno de los directivos de la empresa, Daniel Buyatti. Por su parte, su vicepresidente, Sergio Gancberg, agregó que constituye “una de las grandes inversiones de la industria manufacturera de la última década”.

El complejo industrial, que cumple todas las normativas internacionales en cuanto al cuidado ambiental, está dotado para procesar 20.000 toneladas por día de soja. “Estamos hablando de entre 5 y 6 millones de toneladas por año”, resaltó, en tanto, Gustavo Nardelli, directivo de Vicentín. Además, la planta cuenta con su propio puerto, capacitado para embarcar hasta 2000 toneladas por hora. “Esta terminal está abocada únicamente a abastecer la necesidad de la planta”, añadió Nardelli.

Además de la molienda de granos argentinos, Renova se propone que lleguen a esta nueva planta granos de países vecinos para ser procesados en ella. En ese sentido, Gancberg indicó: “Estamos tratando de que se vuelva al régimen de admisión temporaria para poder moler aquí en Renova, Timbúes, granos bolivianos, uruguayos, paraguayos o brasileños”.

“Con relación a lo que es el cordón industrial santafesino con epicentro en Rosario y San Lorenzo, creo que hay mucho por hacer, así que no le veo límites”, sostuvo el empresario, quien agregó que con la capacidad instalada que está generando Renova –que además cuenta con una planta de biodiesel en San Lorenzo- “no va a justificarse una nueva planta de molienda de soja, pero sí puede ser que las ya existentes se sigan ampliando”.

En cuanto a la exportación de aceites y harinas, Gancberg señaló que la producción de esta planta va a tener como destino “los mismos 100 países” a los que industria aceitera argentina ya exporta.

EL ANUNCIO DE CRISTINA

El acto de inauguración de este gigante aceitero fue encabezado por la presidenta de la Nación, Cristina Fernández, a través de una videoconferencia. La mandataria calificó dicha inversión como “importantísima” y anunció que enviará un proyecto de ley para eximir al biodiesel de los impuestos a los combustibles.

“Vamos a hacer una serie de retoques puntuales en forma temporal, mientras dure la restricción del ingreso del biodiesel argentino a Europa”, señaló la presidenta. Cabe aclarar que Argentina ya está realizando gestiones ante la OMC para intentar levantar las trabas a las importaciones del producto argentino que impuso la Unión Europea en noviembre pasado. De acuerdo con Gancberg, se confía en que se reabra el mercado.

El proyecto del Ejecutivo ingresará por la Cámara de Diputados y aspira a desgravar al biodiesel que sea destinado a la generación eléctrica la alícuota del 22% que pesa sobre el gasoil y de la tasa del 19% del impuesto a los combustibles líquidos.

En la apertura, también se hicieron presentes el secretario de Transporte de la Nación, Alejandro Ramos, y el gobernador de Santa Fe, Antonio Bonfatti, quien dijo que Renova es “la empresa más grande del mundo dentro del polo del crushing” y se mostró satisfecho porque “seguirán ingresando divisas al país”.

La planta fue construida en tiempo récord, en tres años, y concebida por un grupo de ingenieros argentinos. En ella trabajaron 890 profesionales del país, provenientes de 15 universidades argentinas, explicó Gancberg a la presidenta Fernández durante la videoconferencia.

REDACCIÓN ON24

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