Recientemente se dieron a conocer los resultados del ranking de Libertad Económica que anualmente elabora Heritage Foundation. Argentina se ubicó en el puesto 148 sobre un total de 180 países evaluados para la edición 2019, retrocediendo 4 lugares y clasificándose en la categoría de países mayormente “no libres”, de acuerdo a la escala utilizada en el índice. Desde 2016, cuando alcanzó la más baja ubicación de toda la serie, Argentina ha avanzado 21 lugares.
En 2019, el ranking es liderado nuevamente por Hong Kong, Singapur, Nueva Zelanda, Suiza y Australia, mientras que Chile es la nación líder de la región ubicándose en el puesto 18 del ranking global, seguido por Uruguay (40), Perú (45) y Colombia (49). En este marco, Argentina se halla en el puesto 26 sobre los 32 países que componen América Latina y el Caribe.
Según el índice, el puntaje obtenido por Argentina es de 52,2 sobre un máximo de 100 puntos, disminuyendo 0,1 unidades en relación a la edición 2018. Además, este guarismo es inferior a la media mundial (60,8) y al promedio regional (59,6). El siguiente gráfico ilustra la puntuación alcanzada por Argentina desde que se elabora el índice donde se advierte claramente la tendencia decreciente, con una leve recuperación desde el 2016, cuando se obtuvo la peor puntuación. Además se incluyen los puntajes promedio del mundo y de Latinoamérica para contextualizar mejor la situación del país.
Según el documento de Heritage, los avances en las variables “Libertad monetaria” y “Derechos de propiedad” son compensados por los retrocesos en otras como “Salud fiscal” y “Gasto público”. Además hace hincapié en la importancia de recuperar la salud fiscal para así poder restablecer la integridad gubernamental y realizar otras reformas institucionales y estructurales que son necesarias para que el país retome mayores niveles de libertad económica.
En la desagregación por variables, nuestro país obtiene el peor puntaje en “Salud fiscal” con 33,0 puntos, seguido por “Integridad fiscal” (33,5) y luego por la variable “Efectividad judicial” (44,5). Por el contrario, la puntuación más elevada la obtiene en “Libertad de comercio” con 70,0 unidades, siempre en una escala del 0 al 100. En el siguiente cuadro podemos observar los puntajes obtenidos por Argentina, Latinoamérica y el mundo en cada variable.
Los números anteriores muestran claramente que pese al avance registrado en los últimos tres años quedan muchos desafíos pendientes. Además queda en evidencia que a excepción de la variable “Libertad financiera”, donde supera al promedio mundial y al de Latinoamérica, en el resto de las mismas se encuentra en niveles inferiores. Argentina se encuentra aún entre los países menos libres del mundo, por lo que se requiere profundizar, ampliar y consolidar las reformas encaradas con el fin de obtener mejoras sostenibles tanto en materia de calidad institucional como de libertad económica.
