El mercado inmobiliario rosarino cerró 2025 con señales mixtas. Si bien la actividad no mostró un desplome, tampoco alcanzó los niveles de dinamismo esperados a comienzos del año. Así lo explicó José Elena, vicepresidente del Colegio de Corredores Inmobiliarios de Rosario (COCIR), al realizar un balance del sector y poner el foco en los factores que condicionaron su desempeño.
“El balance no es malo, pero lejos estamos de una medición muy positiva”, resumió Elena, al tiempo que subrayó que se trató de un año electoral, una variable que históricamente impacta en las decisiones de compra e inversión. A eso se sumó un elemento clave: el freno de los créditos hipotecarios, que habían vuelto a traccionar el mercado tras años de ausencia.
“Cuando los créditos hipotecarios salieron del mercado, realmente se resintió. Esperemos que vuelvan para poder redondear un año con mejor balance”, señaló.
Expectativas, dólar y decisiones postergadas
El comportamiento del dólar fue otro de los factores que atravesó al sector inmobiliario durante 2025. Según Elena, más allá de las variaciones concretas, lo que pesa es el clima de expectativas.
“El dólar atraviesa todo nuestro mercado. Siempre digo que es un mercado de expectativas: cuando en el corto plazo no son positivas, quien tiene que comprar, endeudarse o encarar un proyecto lo hace con otra mirada”, explicó.
Ese escenario derivó en una mayor cautela, especialmente en operaciones de compraventa, donde muchas decisiones quedaron en pausa a la espera de mayor previsibilidad.
En materia de valores, el vicepresidente del COCIR describió una fuerte tensión entre los costos de construcción y la capacidad real del mercado.
“Hay una cierta dicotomía: todo lo que es nuevo, ligado al costo de la construcción, ha subido muchísimo, incluso por encima de la inflación. Podemos decir que hubo inflación en dólares”, sostuvo.
Sin embargo, aclaró que esos valores no siempre encuentran respaldo en la demanda: “El mercado no valida esos precios. Hoy se vende lo usado, lo que está en precio, lo competitivo”.
Alquileres: más oferta y mayor estabilidad
Uno de los puntos más destacados del balance 2025 fue el desempeño del mercado locativo, que mostró una expansión de la oferta y un funcionamiento más ordenado, incluso tras la salida del marco regulatorio nacional.
“Hoy tenemos una oferta variada y amplia, que se va acomodando en función de la inflación y los parámetros de actualización”, indicó Elena, quien agregó que los ajustes se dieron “en línea con la inflación y tal vez un par de puntos”.
Respecto a la evolución de los últimos años, el dirigente remarcó que el mercado superó los pronósticos más pesimistas.
“Contra muchos pronósticos, incluso los míos, el mercado demostró una gran madurez. Se amplió la oferta y no se vieron distorsiones ni en los precios ni en las contrataciones. Estamos funcionando con condiciones lógicas de oferta y demanda”, afirmó.
Locales comerciales: ocupación en alza
El balance positivo también se reflejó en el segmento de locales comerciales. Según el último relevamiento conjunto del COCIR Rosario y el Instituto de Investigaciones Económicas (IIE) de la UNR, la ciudad cerró el año con un 89,3% de ocupación, lo que implica que solo el 10,7% de los locales permanecen vacíos.
El informe, publicado el 18 de diciembre, muestra una mejora respecto de mediados de año y confirma una recuperación gradual, con mejores indicadores en los centros comerciales barriales y shoppings, donde la vacancia se redujo de manera más marcada.
De esta manera, el mercado inmobiliario rosarino despide 2025 con un balance moderado, atravesado por la incertidumbre macroeconómica, pero con señales de recuperación en algunos segmentos clave y expectativas puestas en un escenario más estable para el próximo año.
