En la antesala de la última sesión del año, realizada esta semana, el Concejo Municipal de Rosario intentó avanzar con un expediente de planeamiento urbano impulsado por el grupo desarrollador Pilay, orientado a habilitar la construcción de condominios en el sector de Nuevo Alberdi, una de las áreas de mayor proyección inmobiliaria del norte de la ciudad. Sin embargo, la iniciativa no consiguió los consensos necesarios para ser tratada y quedó en suspenso.
El proyecto buscaba otorgar indicadores urbanísticos a un conjunto de 12 manzanas ubicadas en la franja comprendida entre Milicianos Rosarinos y Baigorria, desde Álvarez Condarco hacia J. Paz, en dirección al aeropuerto. Se trata de un corredor donde el Concejo ya aprobó planes de detalle similares en los últimos meses, incluyendo desarrollos del propio Bauen y de otros actores privados.
Según explicaron fuentes del Palacio Vasallo, el expediente se encuadra plenamente dentro del marco normativo vigente para Nuevo Alberdi. La zona cuenta con una ordenanza básica de urbanización, una ordenanza específica que estableció el formato de plan especial con indicadores particulares y otra que ratificó el trazado urbano. El plan de detalle presentado respetaba todos esos parámetros y seguía la misma lógica que iniciativas ya convalidadas por el cuerpo legislativo.
No obstante, el proyecto ingresó formalmente el pasado 10 de diciembre y no alcanzó a obtener estado parlamentario. En ese contexto, y ante la imposibilidad de reunir los votos necesarios, no se logró habilitar su tratamiento en el esquema excepcional de las sesiones extraordinarias, donde no existe orden del día ni tratamiento “sobre tablas” en sentido estricto, sino un temario acordado políticamente.
Desde el Concejo señalaron que existen antecedentes recientes de expedientes tratados bajo condiciones similares, como el caso de la aprobación de indicadores urbanísticos para la Universidad Católica Argentina (UCA), con el objetivo de evitar demoras que posterguen inversiones privadas hasta el inicio del período ordinario, previsto para fines de febrero o marzo.
La falta de acuerdo para avanzar con el desarrollo de Pilay expuso diferencias internas en el cuerpo legislativo y dejó una señal hacia el sector inmobiliario y de la construcción. En ese sentido, el episodio funciona como un anticipo del escenario político que podría marcar el próximo año, con una composición del Concejo que promete debates más ajustados y mayores dificultades para consensuar proyectos de planeamiento urbano, incluso aquellos alineados con normativas ya vigentes.
Mientras tanto, el expediente quedó en espera y su tratamiento se reabrirá en el próximo período legislativo, en un contexto donde Nuevo Alberti sigue consolidándose como una de las zonas clave para la expansión urbana y la inversión privada en Rosario.





























