Con 379 m² y 80 años de historia, se vende tradicional panadería de Rosario

El Globo, ubicada en la esquina de Italia y Tucumán, está a la venta. El fondo de comercio incluye maquinaria, clientela fidelizada y una facturación en pleno funcionamiento

Una postal del centro rosarino, un aroma inconfundible a pan recién horneado y el eco de generaciones que hicieron de este lugar un punto de encuentro: la panadería y confitería El Globo busca nuevo rumbo tras más de 80 años de historia. Sus actuales dueños, que decidieron retirarse del rubro, pusieron a la venta el fondo de comercio de este tradicional negocio ubicado en Italia y Tucumán, una esquina emblemática de la ciudad.

La decisión, según señalaron, responde exclusivamente a motivos personales y no está vinculada a la rentabilidad del emprendimiento. De hecho, el negocio continúa en funcionamiento, con clientela estable y una estructura operativa completa, lista para continuar y escalar.

Para emprendedores

La propiedad cuenta con una superficie total de 379 m², completamente cubierta y equipada. En su interior, se destaca una cuadra de elaboración de 120 m², donde se produce de forma integral panadería, pastelería y cocina salada.

El fondo de comercio se ofrece en 80.000 USD, e incluye:

  • Horno rotativo de 15 latas
  • Horno a leña
  • Cámara frigorífica
  • Amasadora
  • Heladeras exhibidoras y mobiliario completo

Además, existe la posibilidad de alquilar espacios anexos como oficina privada, depósito y cochera, optimizando aún más el funcionamiento del negocio.

El Globo se encuentra en una zona de alta circulación peatonal y vehicular. A su alrededor se ubican oficinas públicas y privadas, colegios y comercios, lo que asegura un flujo constante de clientes durante todo el día.

Mientras el local sigue funcionando con normalidad, la búsqueda de un comprador abre la posibilidad de que la panadería continúe en manos nuevas, preservando —o quizás renovando— un espacio que supo ser parte de la vida cotidiana de muchas generaciones. En una ciudad que cambia y se reinventa, también sus comercios emblemáticos enfrentan el desafío de adaptarse o despedirse.

 

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