Investigaciones en Neurociencias

Desde Grupo Gamma entrevistamos a Patricio Donnelly Kehoe, becario doctoral y bioingeniero, que trabaja en una investigación buscando mejoras en el diagnóstico de enfermedades neurológicas mediante la técnica de la Resonancia Magnética Funcional en Reposo. La investigación se realiza gracias a un convenio marco firmado por Grupo Gamma y el Conicet. El trabajo doctoral está codirigido por Juan Carlos Gómez del CIFASIS (Centro Internacional Franco Argentino de Ciencias de la Información y Sistemas) y de la Universidad Nacional de Rosario, y por  el Dr. Jorge Nagel, Jefe del Servicio de Neurorradiología de Grupo Gamma y Codirector del Centro de Neurociencias Los Manantiales.

¿De qué trata la investigación?

Donnelly Kehoe (D.K.): Básicamente estamos buscando biomarcadores a través de una técnica en particular, la Resonancia Magnética Funcional en Reposo, para detectar enfermedades neurológicas como elAlzheimer. Esta técnica mide el consumo de oxígeno de cada parte del cerebro. Generalmente,  la Resonancia Magnética se usa para estudiar una función motora o cognitiva en particular.  Se le pide al paciente que realice una actividad y luego se compara con la imagen de cuando no está haciendo nada. Estas resonancias por actividad llevan bastante tiempo y tienen ciertas condiciones: depende de la performance de la persona, las ganas que pone en el estudio, y si tiene claustrofobia, lo cual es una desventaja ya que puede alterar los resultados.

Nosotros trabajamos con la Resonancia Magnética Funcional en Reposo que evade ese problema, porque el paciente no tiene que hacer nada. La Resonancia propiamente dicha dura solamente 6 minutos, después se hacen cálculos matemáticos, procesamiento de algoritmos. Lo que se encontró con esta técnica, es que las áreas visualizadas son las mismas que se encuentran en los estudios donde los pacientes hacen una tarea, es decir, las neuronas asociadas a una función en especial están relacionadas con las demás, y esto sigue así cuando no hacemos nada. Mediante esta técnica, podemos recuperar redes motoras, redes relacionadas con lo visual, auditivo, la conducta, y memoria. El beneficio de la Resonancia Magnética Funcional en Reposo es que la imagen no está limitada a una sola función, sino a todas y  es mucho más eficiente. Aún está en investigación para obtener resultados médicos, porque falta desarrollo matemático especialmente.

¿Cómo es la investigación?

D.K.: La investigación se basa en una comparación entre pacientes que acuden a la consulta por:

  • control, que no presentan ninguna patología,
  • con deterioro cognitivo leve, que vienen con una queja particular por pérdida de memoria o desorientación, y, en tercer lugar,
  • pacientes con diagnóstico probable de Alzheimer, patología que tiene que ver con un deterioro del tejido cerebral donde se produce una deposición de proteínas que va matando neuronas, es decir se genera una atrofia cerebral, especialmente las áreas relacionadas con la memoria y la orientación espacio-temporal.

Cuando se está en reposo, hay una red que está más activa, que es la llamada default mode network. Hay una hipótesis que plantea que esta red es la encargada de organizar el cerebro funcionalmente y cuando se comienza una actividad la red baja su intensidad. El cerebro se puede imaginar como millones de generadores de electricidad, intercomunicados entre sí, entonces tiene que haber algún tipo de centro que esté encargado de las transiciones entre una actividad y otra y esa dinámica se cree está organizada por el área de reposo. La componen varias zonas del cerebro que trabajan en conjunto. En los pacientes con las patologías que estudiamos se puede ver un cambio significativo. En el Alzheimer avanzado, esta área ocupa mucho menos lugar que en los demás pacientes. Una hipótesis es que en muchas enfermedades la raíz está en perder ese equilibrio dinámico de la actividad cerebral. Lo que estamos trabajando es en desarrollar biomarcadores a partir de estos registros.

¿Cuáles son los avances de la investigación?

D.K.: estuvimos avanzando en poner a punto los métodos de procesamiento que queremos aplicar. Además, de los algoritmos que vamos a utilizar en el procesamiento, también avanzamos en la capacitación de las personas que trabajan en la investigación.

¿Cuál sería el aporte para la vida de los pacientes?

D.K.: Esta investigación apunta a que el diagnóstico de enfermedades neurológicas sea más temprano. Por ejemplo, hoy en día el diagnóstico de Alzheimer es algo que no está bien definido, es un diagnóstico probable. El diagnóstico certero es post mortem, tienen que estudiar si el tejido cerebral tiene deposición de proteínas.

Actualmente, se hacen estudios neuropsicológicos (que pueden tomar entre una hora y media a dos horas como mínimo) para delinear una sintomatología, pero es muy difícil de definir exactamente. Entonces, lo que permitiría es que cuando un paciente presenta una queja de memoria, se podría obtener mayor información de la resonancia, lo que daría mayor precisión al diagnóstico. Si bien ya podemos tener información funcional a partir de las imágenes, es muy distinto, ahorraría tiempo y tensión para los pacientes, permitiendo además el análisis del cerebro como un conjunto complejo de redes, lo que aportaría información mucho más rica al diagnóstico y también al tratamiento y seguimiento de diferentes patologías.

Patricio Donnelly Kehoe actualmente está realizando una pasantía en Barcelona, en el Center for Brain and Cognition (Centro de investigación para el Cerebro y la Cognición) donde trabajan con este tipo de investigaciones hace más de 10 años. El objetivo de su pasantía es aprender su manera de investigar y, además, comenzar un trabajo en conjunto para avanzar en la Neurociencia a través de las Neuroimágenes.

Fuente: Grupo Gamma

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