Declaró la guerra a los Bancos y su empresa ya vale US$ 1.000 M

Emprendedor tecnológico ignoró el mercado de capitales y maneja su empresa de cartografía digital como una Pyme familiar.

Lejos de los flashes de CEOs exitosos como Jeff Bezos y Mark Zuckerberg existen personas que supieron construir su propio imperio sin necesidad de recurrir a los mercados de capitales y la toma de deuda.

En ese grupo de ejecutivos de perfil bajo aparece Jack Dangermond, de 73 años, presidente de Environmental Systems Research Initiative (Esri, por su sigla en inglés).

Si bien puede traducirse como Iniciativa de Investigación de Sistemas Ambientales, Esri -ubicada en Redlands, California- puede definirse simplemente como una empresa de cartografía digital, fundada por Jack y su esposa Laura hace 50 años, y una de las firmas de tecnología más exitosas(y una de las menos conocidas) del país.

En 2018, los ingresos de la división estadounidense de Esri crecerán un 9 por ciento a más de US$1.000 millones. Asimismo, se espera que las operaciones en el extranjero, en las que tiene participaciones minoritarias, generen más de US$ 500 millones.

Jack Dangermond jamás utilizó los mercados de capitales, ni se interesó por los capitales de riesgo. El dinero que ingresó en Esri simplemente fue reinvertido en la mejora de la firma.

Esta decisión histórica le permitió a Dangermond, por ejemplo, observar la dura caída en más de siete años del Nasdaq Composite, índice estadounidense donde cotiza la mayoría de las firmas de tecnología e internet, sin parpadear. Bezos y Zuckerberg, en cambio, perdieron casi US$ 33.000 millones. “¿Están bajando los mercados?…no los sigo”, se limitó a comentar Dangermond por aquellos días.

Desde su fundación, Esri también evitó tomar deuda y el pago regular de dividendos. Incluso, Jack y Laura remarcaron que no tienen planes de sacar rédito de su participación en la compañía. Según el Índice de Multimillonarios elabora por Bloomberg, esa participación en manos del matrimonio está estimada en más de US$ 6.000 millones.

Para Jack Dangermond, su esposa y él no son multimillonarios debido a que Esri no es administrada como una entidad financiera y, por tal motivo, es un error ser valorada como tal.

En ese sentido, remarcó que ese enfoque personal fue fundamental para el éxito de su empresa.

“La gente siempre está interesada en adquirir nuestra compañía o nuestros activos, pero no entienden realmente lo que es Esri”, aseveró Dangermond e insistió en que no tiene planes de retirarse o vender la empresa.

Actualmente, Esri es líder en sistemas de información geográfica y proporciona herramientas cartográficas avanzadas que ayudan a gobiernos, empresas y organizaciones sin fines de lucro.

En ese contexto, los gobiernos estatales, locales y federales son los mayores clientes de la empresa de Dangermond, y representan alrededor del 55% de sus ingresos en los Estados Unidos.

Los servicios de Esri también son utilizados por petroleras para decidir dónde perforar. La Organización Mundial de la Salud, por su parte, usó los mapas y la tecnología de la empresa para coordinar la respuesta a un brote de Ébola en África Occidental en 2014 y 2015.

Sólo una vez Dangermond recibió dinero prestado. Fueron apenas US$ 5.000 que le otorgó su mamá a él y a Laura para iniciar la firma. Con ese dinero, alquilaron una máquina de escribir, una fotocopiadora y se instalaron en su ciudad natal de Redlands, a una hora en coche al este de Los Ángeles. El resto, es una historia de trabajo y sacrificio que, con el tiempo, dio sus frutos.

Fuente: infotechnology

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