En la Argentina del “parche”, el Director de Grupo Oroño, habla de reformas estructurales y dejar de tropezar con la misma piedra

Con un claro diagnóstico que no podría pasar desapercibido ni por el más incauto de los lectores, el Director de Grupo Oroño pone blanco sobre negro la realidad argentina. Un nuevo testimonio en el ciclo de reportajes en el marco del Aniversario de ON24

¿Qué cambiarías de las políticas económicas adoptadas en los últimos 14 años?

Las políticas económicas de los últimos años en la Argentina son parches, cíclicamente recurrimos a mismas recetas ya probadas y que tienen resultados comprobados de escasa eficiencia, quizás efectivas en el corto plazo pero hacen agua en el largo.

Como se escucha de diferentes especialistas en el tema, debemos encarar reformas profundas que se sostengan en el tiempo independientemente del gobierno de turno, verdaderas políticas de estado. Baja de impuestos a las empresas, incentivos a la re inversión de utilidades y beneficios impositivos reales a los que se encuadren en la ley. Venimos de años de premiar a quienes evaden, mecanismo perverso ya que instala perspectivas de que es cuestión de tiempo para que vuelva a realizarse. Si no se atacan las causas de la evasión en el país, es un mero mecanismo recaudatorio cortoplacista. Es fácil pescar en la pecera. 

¿Te incomoda la palabra empresario?  ¿Por qué tener dinero en Argentina está mal visto? 

La palabra empresario para nada me molesta ni pesa, todo lo contrario. El empresario a lo largo de su vida emprende actividades que generan empleo y motorizan la economía y a la sociedad en su conjunto. De diferentes sectores quieren instalar este concepto de ser los malos de la película, para obtener diferentes réditos, pero no creo que la sociedad en su conjunto tenga esa percepción. En un país con tantas asimetrías, con 40% de la población sumida en la pobreza y sectores instigando en responsabilizar al empresariado en ser los culpables de esta situación, es entendible que este recelo aflore, pero la gente no come vidrio.

¿Qué otro proyecto te gustaría encarar por fuera de tu empresa actual?

La actividad agropecuaria siempre me ha gustado, de joven una de las carreras que quería seguir era la de Ingeniero Agrónomo. Sería todo un aprendizaje una actividad antagónica en cuanto a la dinámica y la vorágine que conlleva mi actual actividad en el sector Salud. Todo un desafío de manejo de tiempos y ansiedades.

Teniendo una idea brillante y los medios para llevarla adelante, ¿se puede hacer dinero hoy en Argentina?

Seguramente sí, es un tema de relatividades, quizás esa misma idea en otro contexto, país, ese hacer dinero tenga otra proyección o se desarrolle con una curva diferente. La Argentina tiene legislaciones que han quedado obsoletas, impuestos distorsivos que atenta de lleno en los desarrollos empresariales. Hay cantidad de emprendimientos exitosos en nuestro país de gente muy capaz que se dedica a llevarlos adelante con gran pasión.

¿Cuál es la mayor traba burocrática o tributaria a la hora de abrir una empresa en Santa Fe?

No es una traba, son una infinidad de regulaciones y exigencias gubernamentales y de diferentes organismos fiscalizadores que hay que cumplimentar que encarecen cualquier puesta en marcha, no solo es dinero, el tiempo invertido y el costo de oportunidad muchas veces pesan más.

¿Qué es lo que te cuesta entender de la sociedad argentina?

La Falta de memoria, tropezar con la misma piedra una y otra vez y la pérdida de la meritocracia, ser tan sumisos, estamos constantemente avasallados y rara vez hacemos escuchar nuestra voz. 

¿Dónde buscas inspiración para tu negocio?

Mi padre, un gran mentor, un visionario, un distinto que nos ha inculcado desde pequeños el amor por lo que uno hace, a valorar el trabajo, el respeto por los demás. En el mundo empresarial hay gente muy capaz con desarrollos e ideas deslumbrantes que siempre son fuente de inspiración.

 

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