La adopción de tecnología en las pymes

El avance acelerado de la tecnología y su creciente accesibilidad hace que cada día más Pymes incorporen tecnología para optimizar sus procesos.A continuación, los profesionales de NeuralSoft examinan los aspectos claves a tener en cuenta para saber qué tipo de tecnología incorporar, cómo y cuándo hacerlo. Además, cuánto debería pagarse por ello.

¿Para qué incorporar tecnología?

La  adopción  de  nuevas  tecnologías  sólo  tiene  sentido  cuando  su  uso  genera  un  impacto cuantificable y medible muy superior a lo que se pague. No es necesario incorporar porque sí o por decir: “me mantengo actualizado”, “me renuevo” o “no me quedo atrás”. Lo ideal es reunirse con el proveedor  seleccionado  y realizar en  conjunto un análisis pormenorizado de Retorno de Inversión del proyecto.

¿Cuánto debería invertir una PyME en tecnología informática?

Si  bien  es  cierto  que  cada  vez más  empresas  invierten  en  tecnología,  en  Argentina  aún  estamos muy lejos de los niveles de los países más desarrollados del mundo, donde es habitual una inversión en tecnología  informática de entre un 5%  y un 6% de  su facturación. En Argentina,  las empresas que más recursos destinan, llegan, en el mejor de los casos, al 1%. Esto es porque muchos aún lo ven como un gasto y no como una inversión. Si se hace teniendo en cuenta lo señalado en el punto anterior,  no  habría  por  qué  temer  en  imitar  a  las  principales  potencias  europeas  o  a  los  Estados Unidos. Ya que  cuánto más  invierta, más  voy a ganar. No es  casualidad que en estos países  las empresas paguen mejores sueldos. Es sencillamente porque la tecnología les permite aumentar la productividad por empleado.

¿Cuánto tiempo debe tomar una PyME para evaluar o decidir la implementación de un sistema de gestión integral o ERP?

En la práctica vemos casos muy disímiles. Hay empresas que toman esta decisión en menos de 2 meses y otras que se toman más de 3 años. Obviamente el tiempo ideal depende de la magnitud y complejidad de cada empresa, pero como toda acción y decisión importante, debe llevarse a cabo sin prisa pero sin pausa. Si se apresura el proceso de cambio o no seanalizan todas las alternativas desde una perspectiva costo-beneficio, se corren altos riesgos de tomar una decisión equivocada en algo que tendrá un impacto crítico en la compañía por varios años.

Si, por el contrario, se toma más tiempo que el indispensable para hacer un correcto análisis, cada día  que  pasa  es  un  día  más  en  que  se  pierde  la  posibilidad  de  empezar  a  ganar  más  dinero  y principalmente es un día más de ventaja que le doy a la competencia.

Los  tiempos  en  que  las  empresas  toman  esta  decisión  en  general refleja  la  forma  en  que  hacen todas  las  cosas.  Nuestra  experiencia  nos muestra  que  las  empresas  que  las  que  lo  hacen  en  un lapsorazonable (ni muy largo ni muy corto) son en general las que mayor provecho obtienen de la implementación del sistema.

Para el caso de empresas que, por su grado de evolución, estén en etapa de incorporar un primer  software de gestión de los llamados “enlatados” el tiempo ideal es de 30 a 40 días. Para empresas que están dando el salto de pasar a un sistema integral del tipo ERP y que vienen de un enlatado, de  un  desarrollo  a  medida  o  de  varios  software  desintegrados,  el  tiempo  ideal  de  decisión  es de  3  a  5 meses.  Si  se  prolonga más  queeso,  algunas  variables  que  fueron  tenidas  en  cuenta  al comienzo del análisis se modifican y quedan desactualizadas, entonces hay que volver a comenzar la evaluación desde cero.

¿Cada cuánto debe evaluar una empresa el cambio de software?

Acá ya no podemos, como en el punto anterior, hablar de tiempos  ideales. El promedio en que  lo hacen  las  empresas  ha  bajado  un  poco,  como  producto  de  una  tendencia  general   a  hacer  todo cada  vez  más  rápido.  A  mediados  de  la  década  pasada  las  empresas  cambiaban  sus  sistemas cada 8 años en promedio y hoy lo hacen cada 6 años y medio. Como siempre, hay extremos muy alejados. Algunos cambian a los dos años y otros a los 20. Lo importante es estar atento a que el sistema  se mantenga  adecuado  a  los requerimientos  operativos  y  a  los  objetivos  estratégicos.  Si alguna de estas cosas no se da,  lo ideal es iniciar un proceso de búsqueda de una nueva solución cuanto antes. Pero si estas dos variables se mantienen alineadas, no tiene sentido cambiar. Algunas empresas  se  dan  cuenta  de  que  se  equivocaron  en  la  solución  elegida  a  los  pocos meses  y  sin embargo dejan pasar  varios años antes de  cambiarla bajo el argumento “por  lo menos tengo que amortizarlo  antes  de  cambiarlo”.  Esto  es  un  autoengaño.  En  realidad,  por  más  que  haya  hecho una mala inversión hace poco, cuánto más demore en realizar una buena inversión, más tiempo estaré  pagando  las  consecuencias  de  la  mala  y  más  demoraré  en  obtener  los  beneficios  de  la buena.

El error más común: Las soluciones parciales. Un error muy frecuente es la contratación de servicios y productos teniendo en cuenta el costo de los mismos y el supuesto beneficio, pero sin tener en cuenta otros costos ocultos que aparecen cuando una se da cuenta que para utilizar el servicio o producto principal necesita contratar otros servicios adicionales,  o  comprar  nueva  infraestructura,  o  pagar  licencias  de  aplicaciones  complementarias.

Aún cuando éstos fueron tenidos en cuenta, si se contratan por separado  a diferentes proveedores, cualquier  incompatibilidad  o  discordancia  entre  los  mismos  es  un  riesgo  muy  alto  que  asume  el cliente. La mejor manera de evitarse desagradables sorpresas es contratar todos los elementos que componen  la  solución a un único proveedor  y preferentemente que éste  sea el prestador real del servicio y no un intermediario.

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