Peripecias políticas detrás de la reforma

El tema empieza a mostrar sugerentes declaraciones y silencios de los protagonistas provinciales

Aún con el eco de las elecciones legislativas de 2017 y a un año de una nueva cita electoral, el círculo rojo santafesino se ciñe sobre la mentada Reforma Constitucional, el artilugio que encierra el desvelo de Miguel Lifschitz por poder competir por un segundo mandato.

Mientras el propio gobernador se pone el tema al hombro y lo milita en cada rincón, la oposición se divide entre el rechazo potente de quienes tienen aspiraciones personales de competir por el cargo que hoy detenta el exintendente de Rosario, y los silencios sugerentes de las estructuras partidarias con más share electoral.

En este contexto plagado de peripecias, en el que más de un referente partidario balbucea cuando se lo consulta por el tema, surgen protagonistas que entienden que tienen que comenzar a llenar ciertos vacíos. Ahí se anota la aparición repentina de Roy López Molina, remarcando la friolera que significa convocar a una convención constituyente por fuera de las citas electorales ya pautadas.

La preocupación de López Molina tiene sentido en base a sus aspiraciones de quedarse con la intendencia rosarina. Los equipos del oficialismo provincial barajan ideas para que la reforma de la carta magna incluya la segunda vuelta electoral, que hoy no contempla. Si eso termina saliendo, el joven concejal entiende que quedar atrapado en un virtual ballotage podría complicar severamente sus chances.

El cruce de “Roy”-que disputará el partido local- contra la reforma, deja entrever la falta de un político de la línea macrista de Cambiemos con vuelo provincial que tome la posta. Hasta ahora el  saco se lo pone José Corral, pero ya se sabe que el intendente santafesino no es amarillo de pura cepa. “Cambiemos tiene una opinión sobre el tema, después cada dirigente deberá hacerse cargo de sus posturas”, lanzó hoy, punzante,  el secretario de la UCR nacional.

Mientras tanto, Lifschitz seduce a intendentes y presidentes comunales justicialistas que no le atienden los llamados de Perotti. Los jefes comunales tienen el motivo práctico de lograr que la reforma estire sus mandatos de dos a cuatro años; al tiempo que no le perdonan al rafaelino “haberse borrado” del armado de las Legislativas del año pasado.

Pensando en el año que viene, en el socialismo resuena el apellido Capiello. El senador por el departamento Rosario ya figura como una de las puntas de lanza socialistas para disputar la intendencia, lo cual, pone un gran signo de interrogación sobre el futuro de Pablo Javkin, quien contó en los últimos tiempos con el soporte explícito del gobernador. ¿Ese apoyo se habrá agotado?

REDACCIÓN ON24

 

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