El radicalismo transita horas decisivas para renovar su conducción y todo indica que el próximo presidente del Comité Nacional será Leonel Chiarella, actual intendente de Venado Tuerto. El jefe municipal, de 36 años, aparece como el candidato de consenso dentro de la estructura partidaria y cuenta con el respaldo explícito del espacio Provincias Unidas, que integran los gobernadores de Mendoza, Corrientes, Jujuy y Chaco. También tiene el aval político de Martín Lousteau, a quien reemplazaría.
La irrupción de Chiarella en la escena nacional no es casual. Su reelección con más del 80% de los votos en Venado Tuerto lo convirtió en uno de los intendentes con mayor fortaleza electoral del radicalismo, un dato que en la mesa nacional leen como símbolo de renovación real y capacidad de gestión. Esa combinación terminó por consolidarlo como la figura indicada para iniciar una nueva etapa en la conducción partidaria, luego de un ciclo marcado por tensiones internas y por el desafío de redefinir el rol de la UCR frente al nuevo mapa político nacional.
Desde Provincias Unidas destacan su “energía, recorrido y visión moderna del partido”, así como el diálogo fluido que mantiene con los gobernadores y con distintos bloques legislativos. En paralelo, Lousteau dio señales de acompañamiento al proceso, interpretando que el radicalismo debe ordenar sus liderazgos detrás de figuras con anclaje territorial fuerte y proyección federal.
La definición formal llegará en el plenario de delegados del Comité Nacional, donde se renovarán las autoridades. Salvo un giro inesperado, Chiarella quedará consagrado como el nuevo titular de la UCR, marcando un recambio generacional dentro del partido centenario y abriendo una etapa en la que el radicalismo buscará recuperar volumen político y claridad estratégica en la escena nacional.




























