En una extensa sesión que comenzó jueves por la noche y culminó este viernes por la mañana, el Concejo Municipal de Rosario aprobó una serie de proyectos que redefinirán el panorama urbanístico de la ciudad.
Entre ellos, se destacan los cambios en las alturas máximas de los edificios en el barrio Refinería, una iniciativa que apunta a fortalecer la infraestructura urbana y promover un desarrollo más dinámico y planificado en un barrio tradicional de la ciudad.
Uno de los cambios más significativos fue el aumento en las alturas permitidas para los inmuebles en corredores clave de Refinería. Según la normativa, los edificios en avenidas como Carballo, Junín y Avellaneda podrán alcanzar los 30 metros (planta baja más10 pisos), mientras que en calles como Gorriti y Vélez Sarsfield el límite será de 19 metros.
“Queremos revitalizar esta zona de la ciudad, generando nuevas oportunidades de desarrollo urbano que se traduzcan en una mejor calidad de vida para los vecinos”, afirmó la presidenta del Concejo, María Eugenia Schmuck. Este ajuste responde a pedidos de pequeños desarrolladores locales y busca dinamizar la inversión en infraestructura, haciendo de Refinería un punto neurálgico del crecimiento rosarino.
Si bien algunos ediles de la oposición manifestaron preocupación por el impacto de estas modificaciones en la identidad del barrio, el oficialismo defendió la medida como un paso hacia un desarrollo sostenible. Sin dudas que este fue uno de los temas más debatidos en la maratónica y última sesión del año, que finalmente se aprobó con 20 votos a favor y 7 en contra.
Fabrizio Fiatti, quien se encarga de representar las iniciativas del ejecutivo en el Concejo y que es además presidente de la Comisión de Planeamiento, aseguró que las nuevas reglas fomentan la expansión urbanística “de manera equilibrada y con visión de futuro”.
Estos cambios se inscriben en una estrategia más amplia de planificación urbana, que incluye la aprobación del presupuesto y la Ordenanza General Impositiva para 2024. Estos instrumentos definirán los recursos destinados a proyectos que buscan transformar la ciudad, no solo con obras emblemáticas como el estadio Arena en el Parque Independencia, sino también con un enfoque en el fortalecimiento de barrios clave.
Con la implementación de estas medidas, Rosario da un paso adelante en la construcción de una infraestructura moderna, capaz de responder a las necesidades de una ciudad en constante crecimiento, sin perder de vista el valor de integrar el desarrollo con la identidad local.