Argentina debate el cambio de su huso horario y el Senado tendrá la última palabra

El proyecto de ley para atrasar una hora los relojes ya cuenta con media sanción en Diputados y espera su tratamiento en la Cámara alta. La propuesta busca alinear el horario oficial con el que corresponde geográficamente al país

El debate sobre el huso horario en Argentina cobró fuerza en 2025 tras la aprobación en la Cámara de Diputados, donde se avaló con mayoría la iniciativa presentada por el legislador Julio Cobos. El texto establece que el país adopte el UTC -4 entre abril y agosto y que, en primavera y verano, regrese al actual UTC -3, siguiendo un esquema estacional.

Los fundamentos del proyecto giran en torno a la optimización de la luz solar durante los meses de invierno, con el objetivo de disminuir el gasto de electricidad y gas en un período de alta demanda. También se plantea corregir un “desfasaje histórico” entre la hora solar real y la oficial, ya que la mayor parte del territorio nacional se encuentra dentro del huso -4 según el sistema internacional.

Entre los argumentos a favor, especialistas en meteorología y medicina del sueño sostienen que el cambio podría favorecer el descanso, mejorar el rendimiento cognitivo y acompañar mejor los ritmos biológicos. Además, remarcan que la medida acercaría a Argentina a países como Brasil, Chile, Bolivia, Paraguay y Venezuela, que ya utilizan UTC -4, lo que facilitaría la integración comercial y logística.

Sin embargo, existen también dudas y cuestionamientos. Algunos expertos advierten sobre los desafíos de adaptación que implicaría modificar el horario dos veces al año, y sobre posibles impactos negativos en regiones cordilleranas y del oeste, donde la variación de luz es distinta. También se relativiza el impacto real en el ahorro energético, uno de los principales objetivos del proyecto.

La propuesta aún debe ser tratada en el Senado, que será el encargado de definir si la iniciativa se convierte en ley y cuándo comenzaría a regir. Según lo previsto, de aprobarse, el cambio entraría en vigencia a partir del 1 de abril de 2026.

Mientras tanto, el país continúa en el actual huso UTC -3, y el debate sobre sus posibles modificaciones se mantiene abierto, con opiniones divididas entre la conveniencia energética, la alineación geográfica y el impacto en la vida cotidiana de los argentinos.

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