¿A qué se debió la baja de permisos para edificar en Rosario?

Dos empresarios locales explicaron cuáles son, a su juicio, los motivos

En el primer semestre del año, la Municipalidad Rosario recibió 1.023 solicitudes de permisos para construir 288.467 metros cuadrados. La cifra representa una merma respecto a 2016 (1.032 por 331.568 metros cuadrados) y 2015 (1.183 por 375.324 metros cuadrados), según informó el diario La Capital días atrás.  

En diálogo con ON24, dos empresarios con amplio expertise en el rubro de la construcción, como son Gabriel Redolfi, titular de MSR, y Ángel Seggiaro, director de Fundar, explicaron cuáles son, desde sus puntos de vista, los motivos que llevaron a esta caída.

Redolfi indicó que “la baja de permisos tiene mucha lógica” porque, por un lado, “aparecieron instrumentos financieros como las Lebac que han establecido una alternativa de inversión muy importante y que entraron en franca competencia con la construcción como resguardo de valor”. En ese sentido, señaló que “algunos inversores han disminuido su participación en la actividad constructiva pensando en este instrumento financiero”.

Por otro lado, sostuvo que “los créditos hipotecarios han provocado que mucha gente cuya única posibilidad era comprar una vivienda al pozo, hoy esté poniendo su atención en comprar una vivienda terminada”. Redolfi consideró que, “con el tiempo, esto va a ser sano para el mercado constructor porque ya está empezando a suceder que hay escasez de productos terminados para sostener la demanda de créditos hipotecarios”.

Por último, el presidente de MSR también señaló que “el Código Urbano nuevo restringió el suelo edificable en Rosario, entonces, muchos actores han tenido que salir a construir en las afueras de Rosario”.

Por su parte, Seggiaro coincidió con su colega respecto a que “el mercado financiero nos ha puesto un elemento para competir”, pero argumentó, no obstante, que no se nota una “urgencia por arrancar nuevas obras”. Concretamente, indicó que en muchos casos “se está pateando un poco la pelota para adelante”.  

Seggiaro explicó que quienes acceden a un crédito hipotecario compran viviendas que tienen hipotecas y, en ese sentido, afirmó que hoy “entre que empezás un edificio y tenés la hipoteca hay 4 años de diferencia y la duda del constructor es qué va a pasar en 4 años. Con lo cual yo no creo que haya alguien apurado para empezar un edificio para llegar urgente a la escritura para vender por crédito hipotecario. Estos créditos están activos para lo que hoy tiene escritura”, subrayó.

Además, aseveró que las constantes noticias que informan sobre las nuevas líneas de financiamiento “hace que la gente vaya a comprar a quienes venden propiedades para escriturar, que no hay (…) Hay un goteo de edificios que entran al mercado, pero no en gran volumen, porque los plazos para escriturar no se han acortado”. En ese sentido, el director de Fundar indicó que ya se está generando un cuello de botella en el mercado, lo que denota “una limitación en este momento, que hay que superarlo con varias medidas”, resaltó. Una de ellas, dijo, “es fomentar la construcción con créditos, que lo están intentando”, y “lo otro es achicar los tiempos desde la posesión a la escritura, que también se está intentando”.

REDACCIÓN ON24

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